Rosa Allegue (Skechers): «He aprendido a ser paciente y a valorar la riqueza de los equipos»

‘Muy Segura’ desarrolla esta sección en colaboración con EJE&CON, Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras. El objetivo es visibilizar, a través de una entrevista mensual, el talento de las profesionales que la integran.

La Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s se fundó en 2015 con la misión de promover la presencia de las mujeres en puestos de Alta Dirección y Consejos de Administración. Desde entonces, trabaja para ser agente impulsor de cambio, generando una conciencia social que prime las capacidades y habilidades. Entre los proyectos más relevantes de la asociación destacan los Premios EJE&CON -que distinguen a grandes empresas, pymes y medios de comunicación por su trabajo para impulsar el talento sin género- y el Código EJE&CON de Buenas Prácticas para la Gestión del Talento y la Mejora de la Competitividad de la Empresa.

Este mes de febrero entrevistamos a Rosa Allegue, escritora, profesora Universitaria y directora de Administración y Finanzas en Skechers USA Iberia.

¿Cómo inició su andadura profesional? ¿Qué retos clave considera hubo de afrontar durante sus primeros pasos?

Aunque mis primeros ingresos económicos proceden de mi etapa como bailarina en la compañía Ballet Clásico de Madrid de la que soy co-fundadora y donde aprendí la importancia del esfuerzo y del trabajo en equipo, mi andadura profesional en finanzas comienza con una formación dual en Siemens, algo que hace 33 años era totalmente novedoso. Tras cuatro meses de formación en España me seleccionaron para formarme en la Alemania recién unificada y con 19 añitos y sin hablar nada de alemán allá que me fui. Una emigrante en toda regla, sin internet y sin móviles y con cartas postales a mi madre todas las semanas y una conferencia internacional de vez en cuando. Fueron dos años y medio muy intensos donde, además de conocer al que después sería mi marido, de viajar de mochilera por toda Europa y de hacer amigos de todas partes y para toda la vida, profesionalmente aprendí gran parte de lo que hoy sé.

El primer reto que se me viene a la cabeza fue por supuesto el idioma. Ahora con el inglés te defiendes bien en cualquier parte, aunque puedes estar en desventaja en algunas negociaciones si no es tu lengua materna, sin embargo, en aquel momento en Alemania no se hablaba mucho inglés y estudiar derecho mercantil o civil en alemán, con el diccionario de papel, me supuso una auténtica pesadilla.

Sin embargo, creo que el reto más importante fue la integración en un país con un clima y una forma de vida y de trabajo muy distinta a la que estaba acostumbrada y cuando España aún era considerado un país de segunda dentro de la, por aquel entonces, Comunidad Económica Europea. 

«Aunque mis primeros ingresos económicos proceden de mi etapa como bailarina en la compañía Ballet Clásico de Madrid de la que soy co-fundadora y donde aprendí la importancia del esfuerzo y del trabajo en equipo, mi andadura profesional en finanzas comienza con una formación dual en Siemens, algo que hace 33 años era totalmente novedoso».

Me costó al principio comprender las dinámicas que se generaban en la multiculturalidad que me rodeaba en aquellos años. Siemens formaba (y sigue haciéndolo) en su casa matriz a profesionales de todo el mundo, y siempre comenzaba la formación con varias semanas o incluso meses aprendiendo solo el idioma. En esos cursos de alemán viví en primera persona la importancia y la dificultad de garantizar la diversidad en las organizaciones, nos juntábamos empleados muy diferentes, con distintos perfiles profesionales, de distintas edades, procedencias geográficas, razas, culturas o religiones y se generaban muchos conflictos, la mayor parte de las veces por desconocimiento de las necesidades y costumbres de la otra persona.

Conocer en aquel momento a ingenieros y técnicos sudafricanos blancos y negros que no se hablaban entre ellos por el Apartheid aún en vigor, o realizar trabajos en grupo con iraníes e iraquíes que ni tan siquiera se miraban fue una experiencia interesante y que me marcó profundamente. Aprecié la esencia de las personas, de la humanidad, independientemente de los estereotipos o normas sociales de la época. A mí me tocó ser de las pocas mujeres que Siemens España enviaba por aquel entonces a Alemania a formarse, luego llegarían muchas más, y en cierta forma creo que las primeras abrimos camino al resto.

«Me tocó ser de las pocas mujeres que Siemens España enviaba por aquel entonces a Alemania a formarse, luego llegarían muchas más, y en cierta forma creo que las primeras abrimos camino al resto».

¿Qué hitos han acontecido para usted, hasta la fecha, en el transcurso de su recorrido laboral? ¿Por qué han tenido un significado especial y qué le han aportado?

Algo de lo que me siento profundamente orgullosa fue ser la número uno de mi promoción en aquella formación dual que me proporcionó Siemens en Alemania. La empresa nos proporcionaba una formación privilegiada de donde saldrían los futuros líderes de la compañía. No hay día que no me sienta agradecida por aquella oportunidad. El competir con profesionales de todo el mundo, incluidos los propios alemanes que jugaban con la ventaja del idioma, fue un reto a la vez estresante y divertido. Creo que este hito me dio una gran seguridad en mí misma que me ayudó a tomar alguna decisión arriesgada posteriormente.

Años más tarde aterricé en Netjuice, la primera incubadora de negocios de internet en España, mi primera experiencia en start-ups, donde aprendí a trabajar de forma ágil entre rondas de financiación y nuevas tecnologías, y sobre todo a respetar y valorar cada idea novedosa por muy loca que pareciera. Con el crash del Nasdaq también aprendí lo rápido que se desinfla un globo, y la importancia de gestionar y cubrir los riesgos, algo que llevo grabado en la frente. Siempre digo que trabajar en una start-up es algo que todos debemos hacer al menos una vez en la vida.

«Netjuice, la primera incubadora de negocios de Internet en España, fue mi primera experiencia en start-ups, donde aprendí a trabajar de forma ágil entre rondas de financiación y nuevas tecnologías, y sobre todo a respetar y valorar cada idea novedosa por muy loca que pareciera».

Por supuesto el lanzar la marca Skechers en Iberia, donde trabajo desde hace 20 años, me causó una gran satisfacción. La ilusión al ver crecer en mi país una marca y una empresa desde cero es un lujo al alcance de pocos. En Skechers he aprendido a ser paciente y a valorar la riqueza de los equipos, hay que regar bien todas las plantas y cuidarlas día a día.

Mi incorporación a la docencia universitaria me ha aportado un disfrute diario aprendiendo de los más jóvenes. Me he dado cuenta de que transmitir conocimientos hoy en día no es un gran reto, en internet encuentras casi todo y muchas veces de gran calidad y sin coste. Lo difícil hoy en día es captar el interés de tus alumnos y prender la pasión por el aprendizaje y para eso me esfuerzo día a día, tanto con mis alumnos como con mi equipo en la empresa.

Por último, esta nueva etapa de escritora me está permitiendo conocerme mejor. Como en los cuatro libros que he publicado hasta ahora soy coautora, he experimentado cómo funcionan los equipos de alto rendimiento y la importancia de dejar los egos a un lado para que triunfe un proyecto común.

«Lanzar la marca Skechers en Iberia, donde trabajo desde hace 20 años, me causó una gran satisfacción».

¿Cuándo y por qué surge su vínculo con Skechers?

A principios del 2002 recién nacida mi primera hija, un antiguo jefe, Javier Guerra, con quien había trabajado en SportArea en el grupo Netjuice, me habló de Skechers y me pidió acompañarle para lanzar la marca en Iberia. Solo le puse una condición, que esperara a que finalizase mi baja de maternidad. ¡Dicho y hecho!

Empezamos 4 personas y hoy somos 400 en toda Iberia.

Durante estos 20 años en la compañía, dí a luz a mi segunda hija y siempre digo que Skechers es mi tercer hijo.

El vínculo es muy intenso porque siento Skechers parte de mí.

«Empezamos 4 personas y hoy somos 400 en toda Iberia».

¿Cuál es su misión fundamental en la compañía en la actualidad?

Soy la directora de Administración y Finanzas, aseguro que la empresa cumple todos los requerimientos legales en España y Portugal, que no son pocos y que siempre extrañan a los americanos por nuestra complejidad.

Por supuesto el control de riesgos es una parte fundamental de mi trabajo y en definitiva quiero pensar que aporto información útil para la toma de decisiones, que cada día son más complejas y urgentes.

«El control de riesgos es una parte fundamental de mi trabajo».

Desde su posición, ¿qué objetivos prioritarios tiene planteados para este año?

Tengo dos objetivos, siempre desde la convicción del líder servicial.

Por un lado, debo apoyar al negocio en su crecimiento para poder alcanzar en el año 2026 los US$ 10 billones que ha hecho público nuestra casa matriz. Creo que desde finanzas tenemos una posición privilegiada al tener una visión 360º de todo lo que ocurre dentro de nuestra organización.

Y por otro, cuando las cosas no vienen bien dadas, apoyar a nuestros clientes locales en su crecimiento en la medida de nuestras posibilidades. Muchos de nuestros clientes son zapaterías de tercera generación que lo van a pasar mal los próximos meses.

«Debo apoyar al negocio en su crecimiento para poder alcanzar en el año 2026 los US$ 10 billones que ha hecho público nuestra casa matriz».

¿Cuál es su percepción acerca del papel que desempeña la mujer en el mundo empresarial, así como sobre su nivel de visibilidad en un contexto marcado por el cambio y la incertidumbre?

Siempre defino diversidad como “espejo de la sociedad”. La mujer es aproximadamente el 50% de la población y pienso que así debería reflejarse en el mundo empresarial. Sin embargo, mientras que en los países occidentales en las posiciones más bajas de la pirámide ocurre de esta suerte, en los puestos de dirección aún queda mucho camino por recorrer. No hace falta más que abrir cualquier periódico y fijarse en las fotos, para darse cuenta de que la mujer no está justamente representada en las posiciones de máximo poder, aquellas desde donde se pueden cambiar las cosas. Esto es una desventaja para las siguientes generaciones porque les faltan referentes, aunque me doy cuenta con mis hijas y alumnas que ellas aún no lo perciben, tal y como me ocurría a mí con su edad. Por eso es importante que los medios de comunicación y la sociedad en general haga un esfuerzo por visibilizar los logros de la mujer en el mundo empresarial.

En un contexto de cambio constante creo que es un inconveniente para todos que la mujer, y otras minorías infrarepresentadas, no esté presente en la toma de decisiones, pues cuantas más visiones y experiencias se tengan, más calidad y consenso tendrán esas decisiones y se evitarían muchos de los conflictos inútiles que ralentizan o incluso paralizan a cualquier organización.

Afortunadamente soy optimista a la vez que paciente, y aunque la igualdad en las cúpulas directivas va muy lenta, veo la situación actual como el final del Apartheid que viví en mi época de Alemania, cuando todo el mundo menos Sudáfrica se daba cuenta de todo el talento que no se aprovechaba por no integrar al 100% de sus ciudadanos. Hay que seguir trabajando para conseguir ese ansiado cambio que nos beneficiará a todos.

«Es importante que los medios de comunicación y la sociedad en general haga un esfuerzo por visibilizar los logros de la mujer en el mundo empresarial».

¿Cuándo y por qué surge su vínculo con Eje&Con? ¿Qué valor añadido le aporta en su día a día su pertenencia a la Asociación?

Mi vínculo con EJE&CON surge hace diez años, en el año 2013, cuando formé parte de la primera edición del Proyecto Promociona, un programa formativo que persigue que más mujeres alcancen puestos de alta dirección y consejos de administración en las empresas.

Cuando acabamos el programa varias alumnas decidimos darle continuidad creando una asociación independiente con la misión de promover el mejor talento dentro de las organizaciones, siendo motor de cambio en nuestro país promoviendo la diversidad, la competitividad y la sostenibilidad de las organizaciones. Es un orgullo ver que la asociación que fundé con otras compañeras suma hoy en día más de 1.400 socios y creciendo… Hombres y mujeres comprometidos con el talento sin género.

En el día a día el valor añadido que me aporta EJE&CON, además del orgullo y agradecimiento al ver su crecimiento, es un networking de máxima calidad y generosidad. Gracias a nuestros foros sectoriales y funcionales me permito estar al día de todas las tendencias. También aprecio el esfuerzo de la asociación en hacer visible a las mujeres en puestos de máxima dirección de las empresas, para que nuestras hijas y alumnas tengan referentes y los reclutadores no puedan decir eso de que no encuentran candidatas. 

«En el día a día el valor añadido que me aporta EJE&CON, además del orgullo y agradecimiento al ver su crecimiento, es un networking de máxima calidad y generosidad».