‘Muy Segura’ entrevista a Silvia Cruz López, directora de RRHH, Planificación y PMO en ARAG. La experta nos explica cómo afronta la compañía la vuelta mixta al trabajo presencial.
¿Cómo ha sido su paso por ARAG?
Me incorporé a ARAG en 2007 como Directora de Organización, ejerciendo tareas de consultoría interna. Al poco tiempo se me ofreció la Dirección de RRHH, que supuso una ampliación en mi trayectoria profesional. Actualmente dirijo 3 departamentos: RRHH, Planificación Operativa y la Oficina de Gestión de Proyectos.
Siempre he intentado compaginar la gestión laboral con las necesidades corporativas, considerando la mejora de los distintos procesos operativos. En estos años se ha consolidado una estrategia basada en las personas, con el foco en la búsqueda de la satisfacción personal y en contribuir a un entorno laboral óptimo.
«Siempre he intentado compaginar la gestión laboral con las necesidades corporativas, considerando la mejora de los distintos procesos operativos».
¿Cuáles han sido los mayores retos durante estos meses de pandemia? ¿Y en el futuro?
El primero fue enviar al teletrabajo a 500 personas en 15 días. Todas las personas responsables en este proceso hicieron un trabajo magnífico que permitió que nos fuésemos anticipando incluso a las autoridades. El otro gran reto fue acondicionar las oficinas para que fuesen seguras, juntamente con el Comité de Seguridad y Salud, para el regreso progresivo al trabajo presencial.
Pero no todo va relacionado con la pandemia: la potenciación y mejora de los planes Igualdad (aunque dispongamos ya desde 2008) y, en un futuro próximo, la desconexión digital, son otros retos que afrontamos.
«No todo va relacionado con la pandemia: la potenciación y mejora de los planes Igualdad (aunque dispongamos ya desde 2008) y, en un futuro próximo, la desconexión digital, son otros retos que afrontamos».
Durante este tiempo de trabajo a distancia, ¿cómo se ha intentado mantener la cultura corporativa con los empleados?
Se han realizado diferentes medidas para potenciar la conexión virtual, a través de videollamadas informales internas de los propios equipos o las actividades de socialización que potencia el departamento de Comunicación, como boletines especiales que daban voz a los empleados o el Encuentro anual, que esta vez fue virtual.
«Se han realizado diferentes medidas para potenciar la conexión virtual».
¿Trabajo presencial o teletrabajo? ¿Cuál es el mejor modelo?
En año y medio de teletrabajo hemos aprendido que la mejor opción es compaginar ambos, pues de este modo se favorece la conciliación y la satisfacción de los empleados gracias al teletrabajo, pero a su vez se mantiene la cultura corporativa de la que hablábamos antes y los lazos informales a través de los encuentros presenciales en la oficina, aspectos que se han echado muy en falta durante estos meses.
«En año y medio de teletrabajo hemos aprendido que la mejor opción es compaginar ambos».
¿Es el modelo mixto por el que apuesta ARAG?
Desde hace un año las oficinas están abiertas y el trabajo presencial es totalmente voluntario. Actualmente, dada la positiva evolución de la pandemia, vamos a implantar un modelo presencial rotativo compaginando teletrabajo y presencial, pero garantizando de momento aforos limitados en las oficinas, preludio de lo que será el modelo definitivo postpandemia. La implementación de un modelo híbrido definitivo a través de la consolidación del teletrabajo es, sin duda, un gran desafío dado el impacto cultural y en procedimientos que comporta, pero creemos que vale la pena el esfuerzo.
«La implementación de un modelo híbrido definitivo a través de la consolidación del teletrabajo es, sin duda, un gran desafío dado el impacto cultural y en procedimientos que comporta, pero creemos que vale la pena el esfuerzo».
¿Se ha tenido en cuenta las peticiones de los trabajadores en este sentido?
El mejor canal de comunicación permanente con los empleados es saber escuchar sus peticiones directas y no obviarlas, ser sensibles a ellas. De este modo garantizas que continúen siendo proactivos en el futuro. Lanzamos encuestas para conocer sus opiniones, como por ejemplo para saber sus preferencias respecto al teletrabajo, y siempre han dado como resultado el gran interés generalizado por instaurar alguna fórmula de teletrabajo. Además, desde antes de la pandemia ya era una petición y de hecho teníamos el proyecto planificado, por lo que la situación no ha hecho más que acelerar el proceso.
«El mejor canal de comunicación permanente con los empleados es saber escuchar sus peticiones directas y no obviarlas, ser sensibles a ellas».
