Una de cada dos facturas se paga en Francia fuera del plazo acordado

De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago elaborado por Crédito y Caución, solo el 3% de las empresas francesas no ha sufrido cambios en su estructura de costes debido a la inflación.

Redacción ‘MS’- De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago 2023 elaborado por Crédito y Caución, el 50% de las facturas en las operaciones entre empresas se pagan en Francia en el plazo acordado. Esa tasa refleja un ligera mejoría de dos puntos porcentuales frente al 48% registrado hace un año. El 45% del crédito comercial que los proveedores conceden a sus clientes a la hora de cobrar sus productos y servicios en el mercado francés se cobra con retraso y un 5% resulta impagado.

«Las ventas a crédito B2B de las empresas en Francia mostraron una fuerte tendencia a la baja durante los últimos 12 meses, tal vez reflejando la debilidad interna y externa de la demanda. Las ventas a crédito suponen de media el 40% de todos los intercambios B2B, aunque el sector de la alimentación se opuso a la tendencia con un enfoque más dinámico. Los plazos de pago otorgados a clientes B2B por las empresas francesas se sitúan en torno a los 53 días, ligeramente por encima que hace un año. Los costes financieros derivados del incremento de los tipos de interés y las restricciones crediticias bancarias fueron los principales factores que afectaron las condiciones de pago B2B, junto con las condiciones pactadas con los proveedores.«, explica el informe.

En los últimos meses, el 21% de las empresas francesas ha experimentado un aumento de los plazos de pago de sus clientes, por encima del 15% que ha registrado una disminución. De cara al cierre de 2023, el 70% de las empresas francesas prevé un crecimiento en su negocio y un 48% espera poder ampliar sus márgenes. El 45% anticipa una mejora de las prácticas de pago de sus clientes, por encima del 13% que espera un deterioro.

La evolución de los precios ha tenido un fuerte impacto sobre el tejido productivo francés. Solo el 3% de las empresas no ha sufrido cambios en su estructura de costes debido a la inflación. El impacto principal se ha producido sobre los costes financieros (para el 26% de las empresas) y los costes de producción (26%) seguidos de la caída de la demanda de sus productos y servicios (22%) los costes de almacenamiento y mantenimiento de inventario (14%) y los costes laborales (9%).

Para proteger a la empresa de la falta de liquidez y evitar el riesgo de quedarse sin efectivo debido a los retrasos en los pagos, un 49% de las empresas ha reforzado sus procesos internos de control del crédito, un 34% ha buscado financiación externa, un 29% ha incrementado el tiempo y los recursos que dedica al cobro de facturas impagadas, un 29% ha retrasado el pago de sus propias facturas transmitiendo los problemas de morosidad a lo largo de la cadena de suministro y un 26% ha retrasado sus inversiones.