Brusca caída de los plazos de pago y el crédito comercial en Australia

La elevada inflación y las tensiones geopolíticas explican la mayor percepción de riesgo de impago que también impulsa una política de cobros mucho más estricta.

Redacción ‘MS’- De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago 2023 difundido por Crédito y Caución, las empresas australianas muestran una actitud cada vez más reacia al riesgo en sus operaciones a crédito. El crédito comercial B2B ha disminuido bruscamente. Ahora supone el 41% de las operaciones frente al 57% de 2022. La elevada inflación y las tensiones geopolíticas explican la mayor percepción de riesgo de impago que también impulsa una política de cobros mucho más estricta.

Los plazos de pago concedidos a los clientes B2B en este mercado se sitúan en una media de 23 días desde la facturación, dos semanas menos que hace un año debido a una combinación de factores como la subida de los tipos de interés, los elevados costes de la energía y las interrupciones de la cadena de suministro. Otro factor que influyó en la volatilidad de las condiciones de mercado a las que se enfrentaron las empresas australianas fueron las fluctuaciones de los tipos de cambio, que repercutieron en las exportaciones y pueden explicar por qué muchas más empresas de todos los sectores sufrieron problemas de tesorería.

De acuerdo con el Barómetro, el impago afecta al 7% de las ventas a crédito B2B, un punto más que hace un año. Un 47% adicional sobrepasa la fecha de vencimiento y se paga fuera de plazo. La falta temporal de liquidez y las discusiones comerciales son las dos principales razones de esta morosidad. El 53% de las empresas han incrementado el tiempo y los recursos que dedican a perseguir las facturas vencidas en el marco del establecimiento de procedimientos de control de crédito más estrictos. Casi el mismo número de empresas retrasaron los pagos a sus propios proveedores, sobre todo en el sector agroalimentario. El 75% de las empresas solventan la falta de liquidez recurriendo a préstamos bancarios. Estas acciones tuvieron un impacto positivo: el 55% de las empresas afirmaron que fueron capaces de contener grandes oscilaciones su periodo medio de cobro. El 87% de las empresas de este mercado han realizado provisiones para cubrir los impagos B2B. Las medidas adoptadas para proteger a las empresas contra el riesgo de retrasos o impagos de clientes B2B se tomaron en su mayoría en el marco de la retención interna y la gestión del riesgo de crédito de los clientes.

La principal preocupación de cara al futuro para las empresas australianas es la amenaza que supone para el crecimiento la persistencia de la inflación. Esta preocupación se manifiesta en todos los sectores, pero especialmente en el metalúrgico, afectado por las interrupciones de la cadena de suministro y las tensiones geopolíticas. Otro motivo de preocupación es que esta situación se agrave con nuevas crisis de los precios de la energía. De acuerdo con el Barómetro, las empresas australianas también están altamente preocupadas por la posible continuidad de la recesión económica mundial, que afectaría a la demanda interna, y el impacto de las fluctuaciones de los tipos de cambio en su competitividad internacional.