‘Muy Segura’ entrevista a Catalina Escobar, galardonada en la reciente edición de los Premios Sociales de Fundación MAPFRE, que premian a las personas e instituciones que han realizado actuaciones destacadas en beneficio de la sociedad en los ámbitos científico, cultural y social.
¿Cómo fueron los inicios de su andadura laboral? ¿Qué reto más importante considera que afrontó en aquella primera etapa?
Yo inicié en el sector privado, trabajaba para el sector financiero pero siempre me había llamado la atención el trabajo por los demás. En ese entonces, hace 20 años, era voluntaria en un hospital público de Cartagena en donde nacían la mayoría de bebés de la ciudad.
Creo que uno de los retos más importantes fue dar ese paso del sector privado al sector social, lo hice porque éste era mi propósito de vida.
«Creo que uno de los retos más importantes fue dar ese paso del sector privado al sector social, lo hice porque éste era mi propósito de vida».
Si pudiera resumir los hitos que, hasta la fecha, han transcurrido a lo largo de su trayectoria profesional, ¿cuáles mencionaría y qué enseñanza le han aportado?
Muchas cosas han pasado durante estos 20 años. Muchos retos y experiencias que nos han llevado a ser y lograr lo que hoy somos.
Creo que hay unos hitos que recuerdo:
- En 2012 fui escogida entre más de 41.000 nominados en todo el mundo como TOP 10 CNN Heroes. Un reconocimiento a nuestro trabajo en Cartagena. Esto nos abrió muchas puertas, el mundo entero supo del nombre de Juanfe, el niño que me invitó a emprender un viaje al corazón de las personas, a su miseria, para ser transformadas en amor y oportunidades.
- En 2011 inauguramos nuestro complejo social de la Juanfe en Cartagena, más de 13 mil metros cuadrados. Un ambicioso proyecto, con una inversión muy alta, hoy estamos certificados en Gold Leed por ser un edificio sostenible y responsable con el medioambiente.
- En 2021 fui escogida por el Departamento de Estado de EE. UU para hacer parte del Fortune/U.S. State Department Global Women´s Mentoring Partnership junto a 25 mujeres de todo el mundo. Esto amplió mis horizontes, los de mi carrera y los de la Juanfe.
- Otros dos momentos que recuerdo con mucho orgullo fue cuando llevamos nuestro modelo a Chile con la Fundación Soy Más, y cuando llegamos a Ciudad de Panamá con el Proyecto Las Claras.
«En 2012 fui escogida entre más de 41.000 nominados en todo el mundo como TOP 10 CNN Heroes. Un reconocimiento a nuestro trabajo en Cartagena. Esto nos abrió muchas puertas, el mundo entero supo del nombre de Juanfe, el niño que me invitó a emprender un viaje al corazón de las personas, a su miseria, para ser transformadas en amor y oportunidades».
¿Cuándo y por qué le surge la idea de crear la Fundación Juanfe?
En 2001, mi hijo Juan Felipe cae de un octavo piso en Cartagena y muere. Ahí Juanfe me invita a un viaje al interior del corazón de las personas, de las más necesitadas y vulnerables, él me invita a trabajar por la humanidad. En 2001 creé la Fundación Juanfe con el compromiso de trabajar por los demás, iniciamos con un reto que era bajar la mortalidad infantil de la ciudad, logramos reducirla en un 81% en 7 años sin una sola política pública.
Años después nos dimos cuenta que el problema de la mortalidad infantil en Cartagena, iba más allá, tenía un trasfondo y era el embarazo adolescente. Nos tomó siete años entenderlo, y por eso, creamos el modelo 360 grados que trabaja con madres adolescentes en situación de vulnerabilidad y extrema pobreza en dos ciudades en Colombia (Cartagena y Medellín) y en Chile y Panamá.
«En 2001 creé la Fundación Juanfe con el compromiso de trabajar por los demás, iniciamos con un reto que era bajar la mortalidad infantil de la ciudad, logramos reducirla en un 81% en 7 años sin una sola política pública».
¿Cuál es su propósito y su principal valor añadido?
En estos 20 años que ya tiene la Juanfe, hemos atendido de manera directa a 245 mil personas en los distintos programos que ha tenido la Fundación en su historia. El modelo de desarrollo social que hoy concentra su atención en madres adolescentes en situación de pobreza extrema, ha atendido a más de 5 mil jóvenes con sus hijos y miembros de familia, eso hace que tengamos una población muy amplia atendida por nosotros.
Hoy la Juanfe focaliza su atención en madres adolescentes primigestantes entre los 16 y 19 años. Ellas deben pasar por un proceso de selección que es definitivo para el éxito del programa y que garantiza que estas jóvenes puedan permanecer 2 años que dura la intervención, graduarse de una técnica laboral, y tener capacidades necesarias para tener un desempeño en los sectores productivos en donde trabajen al final del modelo.
El modelo 360 grados de la Juanfe es un modelo que tiene tres componentes esenciales: la reparación psicosocial de las adolescentes desde lo más profundo de su corazón, es una reparación que hace que los resultados del modelo puedan ser sostenibles en el tiempo, que termina en un empodermaiento porque adquieran herramientas emocionales y sociales. El segundo componente es el de la formación técnica laboral, ellas estudian una carrera técnica laboral, se graduan mientras están en el modelo. El tercer componente es la inclusión laboral, trabajamos con el sector privado, que son un actor muy importante en términos de empleo responsable.
Todo esto hace que hoy seamos un proveedor de mano de obra femenina calificable muy importante. Tenemos una red de aliados que valoran mucho la inclusión social y laboral de las adolescentes con las que trabajamos.
«Hoy la Juanfe focaliza su atención en madres adolescentes primigestantes entre los 16 y 19 años. Ellas deben pasar por un proceso de selección que es definitivo para el éxito del programa y que garantiza que estas jóvenes puedan permanecer 2 años que dura la intervención, graduarse de una técnica laboral, y tener capacidades necesarias para tener un desempeño en los sectores productivos en donde trabajen al final del modelo».
¿Cómo han transcurrido estas dos décadas de actividad y de qué manera les ha influido la irrupción de la pandemia sanitaria el año pasado?
La pandemia nos impuso retos importantes, uno de ellos fue ajustar y adaptar nuestro modelo de atención a las beneficiarias hacia lo virtual. Garantizar para ellas la seguridad alimentaria, la de sus hijos y su familias. Darle continuidad a los procesos de formación de nuestras jóvenes. Esta es una población muy vulnerable, con muchas carencias, así que tuvimos que proveer equipos tecnológicos, suministrar planes de datos para que ellas pudieran seguir conectadas con nosotros.
Uno de retos más grandes giraron alrededor de la ideación suicida y la violencia intrafamiliar entre nuestras jóvenes, también se dispararon los cambios de estado de ánimo, el abuso sexual, consumo de sustancias psicoactivas, entre otros duelos. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, y gracias a las múltiples estrategias activadas, logramos alcanzar logros significativos en el desarrollo socioemocional de nuestras beneficiarias con autorregulación, herramientas de afrontamiento y disminución de ansiedad.
Pese a todo esto, en 2020 beneficiamos a 11.169 personas: 9.423 en Cartagena y 1.675 en Medellín. Contra todo pronóstico logramos que el 42% de las jóvenes de Cartagena quedaran empleadas y en Medellín el 76%, en un año muy difícil para la economía.
Hoy en día ya estamos retornando a la normalidad, nuestras jóvenes están atendiendo sus clases de manera presencial.
«Uno de retos más grandes giraron alrededor de la ideación suicida y la violencia intrafamiliar entre nuestras jóvenes, también se dispararon los cambios de estado de ánimo, el abuso sexual, consumo de sustancias psicoactivas, entre otros duelos».
¿Qué implica para usted el reciente reconocimiento de Fundación MAPFRE al “Proyecto Modelo 360º de Desarrollo Social (Fundación Juanfe)”, “Premio al Mejor Proyecto por su Impacto Social”?
Es un reconocimiento muy especial y lo recibimos con mucho orgullo y humildad. Tenemos un modelo de desarrollo social que frena pobreza porque rompe ciclos de pobreza de madres adolescentes, esto hace que nuestro impacto sea transgeneracional, pero no solo eso, tenemos un modelo que es digno de ser replicado no solo en otras ciudades de Colombia o Latinoamérica sino del mundo.
El Premio a nuestro modelo nos recuerda que 20 años han sido un gran camino, hemos impactado y transformado muchas vidas pero queremos ir por más, queremos tocar más corazones, queremos cambiar más vidas, y hacia allá vamos.
«Tenemos un modelo de desarrollo social que frena pobreza porque rompe ciclos de pobreza de madres adolescentes, esto hace que nuestro impacto sea transgeneracional».
¿Cuáles son sus planes y perspectivas en el medio plazo?
Este año incursionamos en dos proyectos muy importantes. El primero, son los Bonos de Impacto Social en Colombia, somos inversionistas y operadores del tercer Bono de Impacto Social en el país que tiene como objetivo retener empleos de población vulnerable. El segundo, es que gracias a una cooperación técnica que estamos recibiendo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), vamos a hacerle mejoras a nuestro modelo 360 grados.
Todo esto nos permitirá seguir por el camino de la expansión y replicabilidad. Llegaremos a una nueva región de Colombia en 2022.
¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?
Siempre he dicho que las mujeres tenemos un rol fundamental en la transformación de nuestras sociedades. Mi mensaje para las mujeres es que sigamos trabajando por nuestras futuras generaciones, que podamos mirar la pobreza y la necesidad de las personas con compasión pero que no nos quedemos en eso, que seamos las generadoras del cambio.
Hay toda una correlación directa entre invertir en niñas y mujeres, y que se dispare la productividad de los países.
Una sociedad progresa cuando sus mujeres progresan. No se trata solo de mejorar su nivel laboral, sino de garantizar los derechos de las mujeres en todos los contextos.
«Mi mensaje para las mujeres es que sigamos trabajando por nuestras futuras generaciones, que podamos mirar la pobreza y la necesidad de las personas con compasión pero que no nos quedemos en eso, que seamos las generadoras del cambio».
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