Por Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC.
Siempre que hacemos referencia al bienestar emocional lo asociamos a una manera de ser y estar en la vida, de tener una actitud positiva ante la vida manteniendo relaciones positivas y constructivas con los que nos rodean. Esto es así en todos los ámbitos de la vida, así que en el entorno laboral también es necesario mantener un bienestar emocional con los que convivimos, con nuestro equipo de trabajo.
«El bienestar de los empleados puede llegar a convertirse en el mejor aliado para las marcas, ya que un empleado contento es un futuro embajador de la marca, tendrá un sentimiento de pertenencia muy algo. Porque todos sabemos que la felicidad de los trabajadores repercute directamente en el éxito de las empresas y esto tiene mucho que ver con el bienestar emocional de las personas, con que estén motivadas por hacer un buen trabajo y dispuestas a colaborar y a adaptarse a los cambios con una actitud positiva».
Según la OMS el bienestar emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”. Para la OMS un entorno de trabajo saludable es un lugar de trabajo en el que los trabajadores y los gerentes colaboran en la aplicación de un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y la sostenibilidad del lugar de trabajo, teniendo en cuenta temas de salud y de seguridad en el entorno físico de trabajo, temas de salud, seguridad y bienestar en el entorno psicosocial de trabajo, con inclusión de la organización del trabajo y de la cultura laboral; recursos de salud emocional y personal en el lugar de trabajo, y maneras de participar en la comunidad para mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y otros miembros de la comunidad.
Por lo tanto, las organizaciones tienen un papel fundamental en esta tarea de cuidar el bienestar emocional de sus empleados y fomentar el buen clima laboral. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) que realiza encuestas anualmente para analizar los indicadores de los riesgos psicosociales, indica que en los últimos años se percibe un aumento de los conflictos emocionales en algunos colectivos que tienen trato con el público porque a menudo deben dominar y reprimir sus emociones al tiempo que intentan controlar las emociones de las personas a las que está dando servicio, y que este hecho trae como consecuencia un aumento del nivel de estrés. Aquí te ofrecemos una serie de tips para mejorar la el bienestar emocional en el trabajo:
- Gestionar adecuadamente las tareas. Organizar y planificar correctamente las funciones con el fin de evitar la multitarea y mejorar las habilidades de cada miembro de la organización.
- Implantar un programa de Mindfulness con técnicas de relajación y respiración que ayuden a los empleados a afrontar su día a día desde la calma y la aceptación.
- Fomentar las relaciones interpersonales positivas, estableciendo canales de comunicación que motiven la interacción y la colaboración entre el equipo de trabajo desde un punto de vista proactivo.
- Favorecer un clima positivo desarrollando hábitos saludables (alimentación, ejercicio físico, descanso…) y teniendo en cuenta políticas de conciliación familiar que permitan una correcta corresponsabilidad en las tareas familiares y domésticas.
Este último punto es fundamental, ya lo decía el poeta romano Juvenal, «Mens sana in corpore sano», debe existir un equilibrio entre cuerpo y mente que aporte vitalidad y armonía a la persona porque la práctica habitual de ejercicio físico es necesaria para una salud equilibrada y un buen funcionamiento mental y que, sumadas a la práctica de Mindfulness o al cuidado de nuestra espiritualidad, nos ayudarán a gestionar mejor las emociones. Además, durante la práctica del ejercicio físico se producen endorfinas, una de las cuatro hormonas de la felicidad (las otras son serotonina, dopamina y oxitocina), así que ¿se necesitan más razones para armonizar nuestro cerebro y nuestro cuerpo?
En definitiva, felicidad y trabajo son dos términos que pueden ser compatibles siempre y cuando ambos (empresa y empleado) pongan de su parte, aúnen esfuerzos por mantener una buena comunicación y fomenten un clima de motivación y bienestar que promueva la positividad y la colaboración entre todos los miembros del equipo.
