En el mundo se realizan 234 millones de operaciones de cirugía mayor al año

Redacción ‘MS’- La jornada ‘Estrategias de Seguridad puestas en marcha en el Bloque quirúrgico’ que se celebró el lunes, 14 de febrero, en el auditorio de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, fue el pistoletazo de salida de la XLIX Semana de Humanidades que cada año organiza la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB). Así lo recuerda IMQ a través de un reciente comunicado.

El acto inaugural contó con las palabras de Ricardo Franco, presidente de la Academia, y de Beatriz Astigarraga, presidenta de la Sociedad de Médicos y de Grupo IMQ, quien, además de destacar la importancia de la colaboración público-privada en materia de salud, puso de relieve la prioridad que este Grupo sanitario otorga a la seguridad, la calidad y la humanización de la medicina. “No solo son requisitos imprescindibles para la atención sanitaria que nuestros pacientes necesitan, demandan y a la que tienen derecho, sino también un acicate de mejora permanente”. Puso como ejemplo de este esfuerzo las diferentes iniciativas y proyectos desarrollados por IMQ, resaltando los reconocimientos recibidos a este respecto por la Clínica IMQ Zorrotaurre, pionera en Euskadi en la acreditación de la Joint Commission de calidad y seguridad del paciente o la existencia de programas específicos de humanización, que se desarrollan con tanta ilusión como, en mi opinión, acierto”.

Añadió que, según la OMS, “los eventos adversos por una atención poco segura son todavía en el mundo una de las 10 principales causas de muerte o discapacidad, congratulándose de que en nuestro ámbito el porcentaje sea más reducido gracias al esfuerzo por establecer entornos, procesos y sistemas pensados para detectar y evitar las incidencias y posibles errores individuales”.

Una vez finalizada la presentación del acto con la intervención de Alberto Martínez, jefe de Servicio de Anestesia-Reanimación en el Hospital Universitario Cruces, fue el turno de Isabel Urrutia, responsable de Calidad y Seguridad del Paciente de Grupo IMQ -quien apostó por el modelo de humanización HELP (Humanizar la Enfermedad escuchando al paciente) propio de la clínica, que “ayuda a obtener mejores resultados de salud respetando los deseos de los pacientes, su intimidad, favoreciendo la comunicación y evitando el dolor o la vulnerabilidad asociada al ingreso hospitalario. Este modelo aporta “calidad humana” a una actividad nacida, más que ninguna otra, para ayudar a las personas”.

Isabel Urrutia actuó también como moderadora de la conversación entre Ainhoa Epalza, subdirectora quirúrgica del Hospital Universitario Cruces; Monike de Miguel, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Cruces; Chus Maroño, adjunta del Servicio de Anestesia-Reanimación del Hospital Universitario Cruces; Ane Guereca, especialista en Cuidados Críticos del Hospital Universitario Cruces, quienes reflexionaron sobre gestión de incidentes, preparación de medicación, etiquetado, etc.

Cirugía segura

La cirugía es un componente esencial de la asistencia sanitaria en el mundo y, ante el crecimiento de los traumatismos, cánceres y enfermedades cardiovasculares, cada vez contará con más peso en los sistemas de salud. En la actualidad, se calcula que en todo el mundo se realizan al año 234 millones de operaciones de cirugía mayor, dato que equivale a una operación por cada 25 personas. Sin embargo, como indicó Martínez, “en los países desarrollados se registran complicaciones serias en el 3-16% de las intervenciones, con tasas de mortalidad o discapacidad permanente que van del 0,4 al 0,8%”.

Los especialistas han identificado cuatro grandes áreas donde progresar en materia de seguridad del quirófano: la prevención de infecciones en la herida quirúrgica, una de las causas más frecuentes de complicaciones graves; la seguridad en la anestesia, una de las causas principales de muerte operatoria en el mundo; la seguridad de los equipos quirúrgicos, el trabajo en equipo es básico para el funcionamiento de los sistemas en los que participan muchas personas; y la medición de los servicios, ya que al escasez de datos básicos es uno de los grandes problemas para la seguridad.

Cultura de la seguridad

Ainhoa Epalza presentó el plan de seguridad del paciente que desarrollan desde la Organización Sanitaria Integrada Ezkerraldea-Enkarterri-Cruces (OSI Cruces). Este proyecto, que actúa en 15 líneas diferentes y tiene como objetivo lograr una asistencia sanitaria más segura, persigue reducir la probabilidad de que tenga lugar un incidente.

Promovemos una cultura de seguridad y este objetivo solo es posible con la implicación de los profesionales. Para ello, contamos con 14 equipos referentes de seguridad, uno por cada especialidad quirúrgica, que cuentan con profesionales de Cirugía, Enfermería y Anestesia. Un total de 50 personas implicadas que analizan incidentes, escuchan las quejas y reclamaciones de los pacientes y, a partir de toda esa información, proponen mejoras que se incorporan al proceso quirúrgico. Además, cabe destacar que estas medidas abordan la seguridad de forma tridimensional: paciente, trabajadores e impacto medioambiental”.

Un momento crítico

Por su parte, Maroño y Guereca ahondaron en las amenazas presentes durante la aplicación (inducción) y remisión (educción) de la anestesia. “La inducción y educción anestésica son momentos críticos dentro del proceso anestésico. De hecho, la mayoría de las complicaciones relacionadas con la anestesia ocurren durante esta parte del proceso y están relacionadas con el manejo de la vía aérea. Una monitorización adecuada del paciente, junto a una adecuada preparación del anestesiólogo, permitiría detectar con antelación las complicaciones y reducir las consecuencias”.

Uso seguro de medicamentos

Monike de Miguel centró su intervención en el empleo seguro de los medicamentos: “los errores asociados con el manejo de la medicación constituyen un importante problema sanitario, con importantes repercusiones asistenciales y económicas. Por ello, es necesario promover el desarrollo e implementación de prácticas efectivas dirigidas a reducir los errores de la medicación y mejorar la seguridad de los pacientes”.

La ‘XLIX Semana de Humanidades’ está organizada por la ACMB con el patrocinio de IMQ y la colaboración del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), la Facultad de Farmacia de esa misma entidad; la Universidad de Deusto, la Asociación Vasca de Calidad Asistencial-Asistenzi Kalitaterako Euskal Batzordea (AKEB) y Mutualia.