Llegué al mundo de los seguros casi por casualidad. Pero aquí estoy, y he venido para quedarme

Por Elizabeth Ferreira Oxley, miembro de NEWCORRED.

Llegué al mundo de los seguros casi por casualidad, sin duda era un mundo que no despertaba en mí ningún interés profesional, pero aquí estoy, y he venido para quedarme.

Me llamo Elizabeth Ferreira, soy corredora de seguros y desarrollo mi actividad en Barcelona como persona física. Hace aproximadamente seis años decidí hacer un cambio profesional que me permitiera conciliar mi vida laboral y familiar, ¡¡¡ el sueño que todos queremos alcanzar!!!

Comencé a trabajar en ÀKTEON, una empresa de intermediación financiera que cuenta con un departamento de seguros, actualmente uno de mis principales colaboradores. Allí realizaba todas las tareas relativas a su cartera de clientes, gestión de siniestros, cotizaciones, gestión de recibos, etc. Poco a poco iba aprendiendo más del mundo de los seguros y cada vez despertaba en mí más interés, es una profesión en la que cada día encuentras situaciones nuevas de las que aprender.

«Cuando llevaba un año y unos meses trabajando fue cuando me matriculé para obtener el título de Mediador de Seguros GRUPO A, y así poder montar mi propia correduría. Me examiné en Madrid y allí conocí a Jorge Campos. Cuando obtuve mi título contacté con él, me hice miembro de NEWCORRED y, sin duda, fue la mejor decisión que tomé para arrancar mi carrera».

Ellos se ocuparon de todo, me asesoraron y, a pesar de estar en Barcelona y ellos en Madrid, me sentí arropada en todo momento; en pocos meses tenía mi clave de la DGSFP como corredora persona física, y ahí estaba yo emprendiendo mi propio proyecto profesional.

Desde entonces hasta hoy aquí estoy, aprendiendo cada día, intentando dar lo mejor de mí a mis clientes y preparándome para crecer. Al igual que todos los trabajos, hay días buenos y malos, pero cuando tratas con los clientes y se sienten agradecidos por el servicio y el trato recibido, esos días te reconcilias con tu profesión y eso te empuja a querer mejorar.

«Que mis clientes sientan que están atendidos, que no son un número más en mi correduría es la clave de mi trabajo y lo que le da valor. Creo que la nuestra debe ser una profesión con vocación de servicio».

Si hago balance de estos años puedo estar muy satisfecha, es verdad que podría haber crecido más rápido, pero he podido dedicarme a mi correduría y he dedicado tiempo a mis dos hijos. Ahora llega el momento de crecer profesionalmente, tengo experiencia, ganas y familiarmente me puedo organizar mejor.

Si bien no soy corredora de seguros por vocación, he aprendido a querer y valorar esta profesión cada día y hacerla  mía; pocas profesiones te permiten conciliar vida laboral y familiar, formarte continuamente, enriquecerte profesionalmente y participar activamente en la vida de otras personas. Así que me siento muy orgullosa de ser corredora de seguros, amo mi trabajo y me siento realizada; si hay mujeres que están pensando en dedicarse a nuestra profesión, desde aquí os animo.