Manipuladores: Pity Play

Por Elena Mayor Lozano, CEO en EmotionHR y vicepresidenta de la Asociación Nacional de Felicidad de Personas y Organizaciones, Conciencia y Compasión

En mi post anterior hablé sobre el juego de la triangulación, una técnica que utilizan los manipuladores para atraer, controlar a sus víctimas y darle la vuelta de forma enloquecida a la historia de victimización. Si no lo leíste, pincha en este enlace.

En aquel artículo hablábamos de manipulación en un entorno de pareja, pero los manipuladores usan sus técnicas en todos los ámbitos de su vida. En esta ocasión te voy a mostrar otra técnica de manipulación muy utilizada para ejercer control a las víctimas en ámbitos laborales, familiares o de amistad. El manipulador utilizará este método delante de un jurado, delante de su jefe o hablando con su hijo, lo hará siempre que puedan obtener beneficio. Te hablo del pity play o juego de la piedad.

El tipo de manipulador sobre el que pretendo crear consciencia es básicamente una persona sin escrúpulos que necesita conseguir objetivos personales utilizando a otras personas, sin ningún tipo de sentimiento de compasión hacia el daño que puede hacer, entre otras cosas porque no siente empatía y mucho menos cariño o amor por su víctima. Si conoces a alguien así, posiblemente estés dentro de un mundo absurdo con juegos enloquecedores constantes donde, cuando por fin decidas pedir ayuda dentro de tu entorno, será difícil que te crean porque estos juegos de manipulación tienen el efecto de crear un cambio de roles: el victimario se convierte en víctima y la víctima aparece ante los ojos de todos e incluso ante sí misma como el culpable de lo ocurrido, lo que termina de colocar a la víctima en una situación irrespirable y enloquecida.

En un entorno de pareja es fácil de encontrar. Tenemos a los manipuladores de poca monta que se hacen la víctima para manipularte y conseguir sus fines con frases como “si me dejas, me suicido” que no tienen efecto sobre su pareja, si se trata de una persona mínimamente madura emocionalmente y tenemos también a los manipuladores perversos. Los manipuladores perversos pretenden usar a las personas y alimentarse de ellas usando su toxicidad.

«El tipo de manipulador sobre el que pretendo crear consciencia es básicamente una persona sin escrúpulos que necesita conseguir objetivos personales utilizando a otras personas, sin ningún tipo de sentimiento de compasión hacia el daño que puede hacer, entre otras cosas porque no siente empatía y mucho menos cariño o amor por su víctima».

Usar el Pity Play para atraer a sus víctimas

A los manipuladores perversos les interesan víctimas con personalidades bondadosas y con una gran capacidad de empatía, personas que van a sentirse irremediablemente atraídas por personas en una situación de vulnerabilidad. Y les  interesan estas personas porque son fácilmente manipulables.

Los manipuladores, actores consumados, con una personalidad poliédrica que se adapta a cada situación en función del objetivo que pretenden conseguir, son capaces de atraer a este tipo de personas adoptando el papel de pobrecitos en situaciones extremas a causa de exparejas maltratadoras, infancias imposibles, etc y se inventan un pasado de ese tipo para atraer a las personas compasivas, sus víctimas perfectas. Has leído bien, se lo inventan.

Cualquier persona normal, con empatía, será encandilada con la triste historia inventada de su manipulador y estará disponible para él o ella en cuerpo y alma, al intentar resarcir de alguna manera la terrible herida que el pobre manipulador ha tenido que vivir. Una vez en sus redes, la persona queda a la total disposición del manipulador que puede exprimir a su víctima como quiera: vivir económicamente de ella, aprovecharse de sus influencias, de su tiempo, de su cuerpo o por completo de su vida, para luego abandonarla cuando ya no tenga más que extraer.

«A los manipuladores perversos les interesan víctimas con personalidades bondadosas y con una gran capacidad de empatía, personas que van a sentirse irremediablemente atraídas por personas en una situación de vulnerabilidad. Y les  interesan estas personas porque son fácilmente manipulables».

Usar el Pity Play para justificar sus mentiras

Una segunda utilidad del Pity Play o Juego de la Piedad para estas sin escrúpulos es la justificación de sus mentiras.

Como he comentado antes, los manipuladores perversos tienen una gran habilidad para dar la vuelta a las historias y cargar a la víctima con la responsabilidad o la culpa de lo que ha ocurrido en su relación personal, de trabajo, familiar o de amistad.

Esta nueva modalidad de uso del Pity Play se produce cuando, como consecuencia del abuso constante a la víctima, ésta termina revelándose y pide ayuda a su entorno. Los perversos son actores consumados, como decíamos, y utilizan sus dotes de seducción y sus increíbles habilidades para mentir y manipular la verdad y conseguir convencer a los demás de que son ellos las verdaderas víctimas. Después de, por ejemplo, haber vivido durante años del sueldo de otra persona sin hacer nada provechoso, consiguen convencer a los demás de que no ha conseguido trabajo porque la otra persona no le ha apoyado o le ha cercenado cualquier iniciativa profesional, existen muchas posibilidades según la mentira que mejor se adapte a la situación.

Conozco en primera persona la experiencia de una mujer cuya pareja vivió de ella durante años, vació su cuenta corriente y la calumnio para dejarla sin trabajo el día que ella le dijo que no iba a permitirle seguir aprovechándose de su buena fe. No contento con dejarla en esta situación de desamparo, el manipulador corrió a contar al entorno común lo que seguramente les contaría la víctima y advirtiendo de que no era cierto y que en realidad era él la víctima. Invirtió los papeles de manera enloquecida en multitud de detalles, de manera que cuando ella decidió confiarse a los amigos, nadie la creyó. Sólo hay que imaginar la desesperación de una víctima cuando ni siquiera puede compartir lo que le ocurre para pedir ayuda.

Conozco también de primera mano el caso de una persona que conocía tan profundamente a su víctima que la agredía constantemente haciéndose pasar por ella delante de los demás. Si el manipulador saqueaba la cuenta conjunta, hacía trampas con los impuestos o la echaba del coche en pleno trayecto, cuando estaba delante de los demás decía que era la víctima quien le había hecho esas cosas a él, y por lo tanto convirtiéndola en victimaria.

«Los perversos son actores consumados, como decíamos, y utilizan sus dotes de seducción y sus increíbles habilidades para mentir y manipular la verdad y conseguir convencer a los demás de que son ellos las verdaderas víctimas».

Usar el Pity Play en el trabajo para cobrar ventaja sobre otros

El juego del “perrito lastimado” también se utiliza en los trabajos para colocarse como víctimas antes los jefes y lograr quedar impunes tras la agresión emocional realizada contra un compañero.

Muchas personas en el trabajo que, como consecuencia de las mentiras del manipulador, aparecen ante los ojos de los compañeros o los jefes como responsable de algo que en realidad ha cometido el manipulador y se enfrentan legítimamente a él para pedirle que deje de imputarle su mala gestión, se encuentran con que el manipulador corre a expresarle al jefe de ambos la agresión que ha sufrido por el enfrentamiento al que le ha sometido su víctima, de nuevo un cambio de roles victimario-víctima.

«El juego del “perrito lastimado” también se utiliza en los trabajos para colocarse como víctimas antes los jefes y lograr quedar impunes tras la agresión emocional realizada contra un compañero».

Si te reconoces en el papel de víctima

Como decía siempre mi querido Victor Kuppers, yo sólo transmito lo que otras personas muy interesantes e importantes en psicología explican. En nuestro país hay auténticas personalidades y grandes expertos en el abuso de las personalidades perversas y aquí adopto un papel de mero transmisor de este tipo de situaciones en las que este tipo de personalidades pueden colocarte.

El primer paso es ser consciente y después -seguramente estás esperándolo- sería adoptar la actitud y actuaciones para no sufrir a estas personas. Mi consejo es que no pierdas tiempo intentando entender el lio que el perverso te está haciendo y sal corriendo, lo antes que puedas.

Un manipulador perverso puede dañarte personal y emocionalmente de manera severa. Las personas más empáticas, incluso suelen estar años aguantando sin ser conscientes de que están siendo abusadas.

Entiendo que a veces hablamos de una pareja, una madre, un jefe, es decir personas sobre las que no es tan fácil alejarse. Tu tarea ahora es hacerte consciente y tomar la actitud de huir del manipulador, poco a poco encontrarás la mejor manera de hacerlo.

«El primer paso es ser consciente y después -seguramente estás esperándolo- sería adoptar la actitud y actuaciones para no sufrir a estas personas. Mi consejo es que no pierdas tiempo intentando entender el lio que el perverso te está haciendo y sal corriendo, lo antes que puedas».

Si quieres comentar conmigo tu caso, escríbeme a emayor@emotionhr.com