¿Qué nos deparará este año? ¿Estamos ya ante la era post-Covid?

Por Eva García, socia fundadora en Coaching on Focus, consultora de RR.HH., Bioquímica, Neurocoach y Fomadora.

Hace poco leía un artículo en el que se vaticinaba que la era post covid traerá una nueva guerra por el talento.

Es una realidad que en poco más de un año, se ha producido una aceleración (forzada y forzosa) a nivel tecnológico. Se ha potenciado la adquisición de muchas herramientas digitales requeridas para poder teletrabajar.

Hemos descubierto que muchos  puestos de trabajo del sector servicios se podían realizar de manera virtual, pero,  pese a tener la tecnología a nuestro alcance, esto no ha sido suficiente.

El  Covid ha sacado a la luz una carencia en habilidades sociales  igual o más importantes que las digitales; pero no olvidemos que muchos de los problemas que teníamos en la empresa, venían de antes. Durante años hemos dejado de lado el desarrollo de herramientas transversales que nos ayuden a afrontar este tipo de situaciones y a prevenir sus consecuencias.

Se ha abierto la caja de Pandora y se ha puesto en evidencia la necesidad de desarrollar competencias que hasta ahora sabíamos que eran fundamentales; la diferencia es que ahora son vitales para adaptarnos al S.XXI.

«Es una realidad que en poco más de un año, se ha producido una aceleración (forzada y forzosa) a nivel tecnológico. Se ha potenciado la adquisición de muchas herramientas digitales requeridas para poder teletrabajar».

Habilidades sociales más requeridas para el trabajo en equipo

Muchos de nosotros hemos tenido que gestionar la incertidumbre en muchos ámbitos y a muchos niveles: personal, sanitario, laboral, social…; lo que ha supuesto poner a prueba nuestra capacidad de resiliencia.

Hemos dado por hecho que con la inversión en  herramientas digitales, teníamos solucionado gran parte del problema, y a lo largo de este interminable año, hemos visto que el precio pagado ha sido excesivo. Aunque el teletrabajo, los turnos y otras medidas han sido efectivas dadas las circunstancias, muchas personas lo han vivido como una auténtica tortura.

Los niveles de ansiedad y depresión han sufrido un  aumento preocupante, y no solamente en personas en situación de vulnerabilidad, sino en prácticamente todos los sectores de la sociedad. La falta de seguridad, la incertidumbre, la disminución de contacto social, el miedo al contagio, etc, han hecho que tengamos la necesidad de crear redes de apoyo para poder superar con éxito esta situación, y no solo a nivel social, sino a nivel laboral, desde la empresa, ya que no deja de ser uno de los espacios donde pasamos gran parte de nuestras vidas.

Muchas de las necesidades detectadas en el mundo laboral, durante esta pandemia se han incrementado y es evidente que no podemos seguir mirando hacia otro lado. Algunas de ellas, que han adquirido especial protagonismo son:

  • El aprendizaje en tecnología y la digitalización como vía fundamental para el crecimiento industrial.
  • La necesidad de equilibrio. La ausencia de estabilidad, con la presencia de mercados cada vez más inestables, que nos hacen convivir en entornos donde conviven la inseguridad y la incertidumbre.
  • Una demanda social generalizada de dar una respuesta y reacción rápida; por lo que la capacidad de adaptación y la actitud al cambio son vitales.
  • Sin olvidar la productividad, un enfoque en el bienestar, con mayor necesidad de armonía entre teletrabajo y vida familiar.
  • Cambios en la priorización de intereses. Existe un nuevo orden de prioridades, y a la vez es muy cambiante, por lo que la flexibilidad en las políticas internas es un requisito sine qua non.
  • Necesidad de nuevos modelos de negocio, más sostenibles. Cambios en nuevas tareas y nuevas maneras de trabajar tanto en tiempo, como en forma.

«Los niveles de ansiedad y depresión han sufrido un  aumento preocupante, y no solamente en personas en situación de vulnerabilidad, sino en prácticamente todos los sectores de la sociedad».

Y aquí nos surge la pregunta. ¿Cómo podemos ayudar, en este escenario Post Covid a nuestros empleados?

La respuesta es clara, con una buena Gestión del Talento; aunque ello requiere actuar sobre tres pilares: Capacidades, Compromiso y Acción.

Debemos facilitar el desarrollo de competencias que permita  la adquisición y aprendizaje de los conocimientos necesarios para poder ejercer el puesto de trabajo, así como la creación de un entorno apropiado que permita que nuestros equipos se sientan capaces y seguros para afrontar el trabajo.

Al mismo tiempo, debemos crear un clima de confianza que permita incrementar el compromiso y la motivación, lo que permitirá que nuestras personas sientan que quieren hacer el trabajo, para ello es fundamental un buen modelo de liderazgo.

Y finalmente debemos provocar el cambio, la acción; fomentar la proactividad, la autonomía y la responsabilidad individual.

 

De este modo, si la era post covid supone una guerra por el talento, estaremos preparados para poder retener y captar el talento.

Para ello, todos aquellos que gestionemos personas,  no debemos olvidar poner el foco en las siguientes buenas prácticas, que al mismo tiempo son tendencia para toda entidad consciente y preocupada por sus trabajadores:

  • Cuidado y prevención de la salud emocional de la plantilla, a través de políticas y planes dirigidos a la mejora del bienestar en el puesto de trabajo y fomento de las relaciones sociales
  • Flexibilidad laboral y conciliación, definiendo planes que permitan una gestión del tiempo y las tareas mucho más ágil, independiente y autónoma por parte del trabajador sin perder de vista el trabajo de equipo y una visión holística
  • Formación planificada y dirigida a la consecución de objetivos y metas La formación es una de las vías para poder incrementar la motivación en el trabajo. El uso de fórmulas formativas variadas y mucho más prácticas y vivenciales, donde la formación presencial virtual marca la diferencia entre la formación online, más fría y despersonalizada y la formación presencial clásica que requiere el uso de muchos más recursos y costes, tanto de tiempo, desplazamientos, etc.

Sin duda, el mundo de mañana no será igual que el mundo que teníamos antes, por eso una buena gestión de personas en los tiempos que vivimos es fundamental para hacer que salgamos reforzados y vayamos hacia escenarios de crecimiento.

Tenemos la oportunidad de diseñar cómo queremos que sea el cambio. Provoquemos el cambio, la mejora y el desarrollo de nuestras personas. ¡Hagamos que suceda!