Redes sociales, IA y el mundo de la comunicación en el seguro

Por Carla Aguirre Balmori, Responsable de Comunicación Digital en Solunion

Las redes sociales son, desde hace tiempo, una poderosa herramienta de comunicación y marketing, también para el sector de los seguros. Con cerca de 5.000 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo, las compañías de seguros tenemos la oportunidad de conectar con nuestros públicos, construir con ellos relaciones sólidas, aportar valor y demostrar nuestro liderazgo más allá de la industria, en asuntos como la sostenibilidad y otros en los que ejercemos un claro impacto.

En un mundo cada vez más digital, la comunicación efectiva trasciende las interacciones tradicionales. Las empresas que destacan son las que logran humanizar su marca, mostrándose cercanas y accesibles. En las redes sociales, este enfoque adquiere una importancia crucial. A través de estas plataformas, las empresas podemos compartir no solo información relevante sobre nuestros productos y servicios, sino también transmitir los valores y la cultura de nuestra marca, esos que nos diferencian, humanizando de este modo el negocio, y mostrándonos más cercanos y transparentes a nuestros clientes y socios.

Esto aplica también a los ramos del seguro que se dirigen a otras empresas, los b2b, como es el caso de los seguros de Crédito y de Caución y los servicios para la gestión del riesgo comercial que ofrecemos en Solunion. No debemos olvidar que, al final, las organizaciones las hacen las personas, y las personas valoramos las conexiones humanas y significativas.

En los últimos tiempos, están surgiendo nuevas herramientas que nos van a permitir conectar aún más con nuestro público. Hablamos ahora de la inteligencia artificial, la IA, que está revolucionando la industria del seguro de muchas maneras. Las inteligencias conversacionales, por ejemplo, pueden gestionar cuestiones sencillas de los clientes y liberar tiempo para que los profesionales de seguros se concentren en tareas más complejas. Del mismo modo, la IA puede ayudar a analizar grandes cantidades de datos para predecir tendencias, identificar riesgos y tomar decisiones más informadas.

«En un mundo cada vez más digital, la comunicación efectiva trasciende las interacciones tradicionales. Las empresas que destacan son las que logran humanizar su marca, mostrándose cercanas y accesibles».

Pero, centrándonos en lo que nos ocupa, esta tecnología también resulta una gran aliada para las áreas de comunicación: permite potenciar habilidades, reducir tiempos de entrega y hacer más eficientes los procesos y tareas más técnicas como la redacción enfocada a posicionamiento, la búsqueda de palabras clave para la generación de contenidos más dirigidos, o el perfeccionamiento del copy, para hacerlo más atractivo y generar esa conexión que buscamos con nuestro público.

Sin embargo, a pesar de todas sus virtudes, como todo cambio, la inteligencia artificial también genera miedo y resistencia. Frente a ello, una reflexión a partir de una idea que descubrí hace poco leyendo el delicioso ensayo de Irene Vallejo, El infinito en un junco. Y es que, hasta los grandes pensadores como Sócrates, dudaron de la innovación. El maestro de Platón mostró una gran inquietud frente a la escritura y los libros, temiendo que pudieran debilitar nuestras capacidades de memoria al poder apoyarnos en la palabra escrita. Parafraseando a Vallejo: “Sócrates temía que, por culpa de la escritura, los hombres abandonasen el esfuerzo de la propia reflexión. Sospechaba que, gracias a al auxilio de las letras, se confiaría el saber a los textos y, sin el empeño de comprenderlos a fondo, bastaría con tenerlos al alcance de la mano”.  Aunque se trata de un argumento perspicaz, la verdad es que, más de 2000 años después, parece que pocos dudan ya de la utilidad de los libros.

Es esencial que los profesionales de la comunicación abracemos estas innovaciones y nos formemos de manera continua en todo lo tocante a las redes sociales y la comunicación digital, ambos abocados a una evolución constante y exponencial, que no podemos eludir.

Siendo curiosos, explotando todo lo que estas herramientas y canales nos ofrecen, seremos capaces de potenciar la manera en la que nos comunicamos con nuestros públicos para generar ese vínculo, esa conexión que supone el punto de partida y el mismo fin de nuestras estrategias de comunicación.

«Es esencial que los profesionales de la comunicación abracemos estas innovaciones y nos formemos de manera continua en todo lo tocante a las redes sociales y la comunicación digital, ambos abocados a una evolución constante y exponencial, que no podemos eludir».