Reforzar las defensas de la piel

Dra. Elena Soria, médico nutricionista de Clínica Menorca.

Es fundamental reforzar tanto las defensas del organismo como las de la piel. En todas las células del cuerpo hay la misma información y las de la piel desempeñan, entre otros, procesos inmunológicos.

Dieta sana, variada y equilibrada

Aunque parecen conceptos sencillos, siempre requieren una explicación.  La hidratación, sobre todo no hay que descuidarla, incluso en los meses más fríos, que parece que sudamos menos, siempre hay que evitar la pérdida de agua.

La piel en su composición contiene más de un 70% de agua. De media, se recomienda beber a personas sanas adultas dos litros de agua al día, aunque esta ingesta depende del peso de la persona, su morfología, actividad física y las pérdidas que pueda sufrir. La ingesta excesiva de agua (hiperhidratación o intoxicación por agua) tiene como consecuencia problemas de salud graves debido a una  mayor  dilución de iones muy importantes en nuestro organismo, en concreto del sodio y potasio.

Siempre es recomendable una dieta rica en verduras y frutas por su contenido en fibra, minerales y vitaminas fundamentalmente. Algunas de ellas presentan un muy alto contenido en agua (el pepino en su composición presenta el 96% de agua); también en pescados fundamentalmente azules, como fuente de proteína de alto valor biológico y ácidos grasos omega 3, y legumbres sabiendo que legumbre asociada a cereal (arroz) es proteína de alto valor biológico. No es conveniente excedernos en el número de piezas de fruta al día. Dos o tres raciones (piezas de tamaño moderado: 120 g) asociadas a proteína (melón con jamón; manzana con nuez, etc.) es una buena opción para la salud.

Esta dieta proporciona todas las vitaminas esenciales para reforzar las defensas del organismo y de la piel que son la vitamina A, todo el grupo de vitaminas B, la vitamina C que favorece la síntesis del colágeno, la D y la E. Entre los minerales es muy importante el zinc, sobre todo en esta época no solo de pandemia por coronavirus, también de alta incidencia en gripes, constipados, y se encuentra en las ostras, el hígado, las almejas, carnes rojas, avellanas y almendras, pollo y pavo, queso y copos de avena, principalmente.

«La piel en su composición contiene más de un 70% de agua. De media, se recomienda beber a personas sanas adultas dos litros de agua al día, aunque esta ingesta depende del peso de la persona, su morfología, actividad física y las pérdidas que pueda sufrir».

Lo que comemos se refleja en el cutis

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene funciones importantísimas, es la barrera de nuestro sistema con el exterior y está formado por células por lo que es una estructura viva. A estas   células hay que cuidarlas como cuidamos las de nuestro hígado, corazón, músculos, etc.

Cuando la alimentación no basta

A veces, por falta de tiempo, dietas de adelgazamiento o épocas de estrés, la alimentación se queda corta, sobre todo para alimentar nuestra piel. También tenemos que tener en cuenta que muchos de los alimentos que consumimos son pobres en nutrientes debido a la sobreexplotación del suelo, largo tiempo en cámaras, etc. La nutricosmética son complementos alimenticios con propiedades nutricionales que ayudan a mejorar y mantener la salud de una persona. Se administran por vía oral. Hay que individualizar su ingesta pero en esta época del año a nivel general, son muy importantes la vitamina C,  la vitamina E, y la Coenzima Q10 o ubiquinona, todos antioxidantes fundamentales. Hay que hacer hincapié en los ácidos grasos porque la membrana celular es una bicapa lipídica, y por lo tanto necesitamos grasa; el colesterol 0 es imposible y además no es sano, necesitamos grasa para nuestras células pero hay que aportar grasas buenas y evitar productos procesados, grasas saturadas. También hay que evitar o limitar mucho los productos que no nos aportan nutrientes, como el alcohol. En este sentido, otra molécula importante por su acción desintoxicante a nivel hepático es la L-Cisteína.

El tiempo que se puede ingerir nutricosmética depende en parte de la alimentación de la persona y al grado de estrés tanto físico como mental al que está sometida. En general, y en nuestro medio, se proponen pautas de dos o tres meses dos veces al año, y variar de micronutrientes según las circunstancias de la persona.  Una dieta rica en vitaminas y hacer ejercicio de forma cotidiana ayuda a hidratar la piel desde dentro. Sobre todo en las épocas de cambios de estación, es muy recomendable tomar un complemento nutricosmético.

Vidagen. Desdede Clínica Menorca recomendamos Vidagen, una combinación de principios activos antioxidantes de origen vegetal (Coenzima Q-10, Vitis Vinifera, Ácido Alfa Lipoico y Licopeno) entre los que destaca una altísima dosis de resveratrol (95 mg). Se toma una cápsula al día durante 2 meses. Se compra en www.menorfarma.com o en la Clínica Menorca, C/ Menorca, 12. PVP: 48, 75 € el pack de 60 días.

No hay que olvidar que la nutricosmética siempre debería tomarse bajo supervisión médica, aunque en general no tienen más contraindicaciones que las habituales. Está desaconsejada en pacientes  con patologías o enfermedades importantes porque requieren una dieta específica y quizá, durante mucho tiempo, siempre con supervisión médica (es el caso de personas inmunodeprimidas). También está desaconsejado en general en embarazadas, en periodo de lactancia y en niños pequeños porque requieren una prescripción con pauta específica.

Recomendaciones específicas para piel sensibilizada o con rosácea

Las pieles sensibles, reactivas o irritadas necesitan tratamientos más específicos. Son pieles finas y claras generalmente. Reaccionan más intensamente ante estímulos internos y externos: el alcohol o los picantes, el estrés y el calor o el frío.

En las pieles sensibles se produce una alteración bioquímica en la barrera cutánea, la actividad enzimática se altera y esto hace que la piel pierda la estabilidad y permeabilidad. Hay una pérdida transepidérmica de agua y en consecuencia los irritantes penetran de manera anormal, es decir, falla la piel como barrera. La alteración de la protección de las terminaciones nerviosas hace que aumente la sensibilidad y se activa la liberación de histamina. Éste es el motivo por el que este tipo de pieles presentan picor.

Un proceso similar ocurre en pieles envejecidas, al reducirse la síntesis de lípidos la función defensiva de barrera se ve alterada y la producción de sustancias como el ácido hialurónico o la enzima Q10 disminuyen alterando la función regenerativa.

En las pieles sensibles se producen reacciones excesivas, tiende a aumentar la producción de radicales libres lo que a su vez produce una secreción anómala de moléculas potencialmente inflamatorias, las citoquinas. Se produce también una reacción vascular que provoca vasodilatación y fragilidad capilar, responsables del calor y del rubor.

El objetivo en estas pieles es aportar micronutrientes que fomenten sus defensas con el fin de mejorar la circulación y de combatir los efectos de los radicales libres y la inflamación, normalizando el exceso de sensibilidad.

Los micronutrientes que recomiendo son  Metil Sulfonil Metano, un compuesto orgánico del azufre que  es eficaz contra desórdenes dermatológicos como la rosácea, la dermatitis, el eczema y la piel escamosa por su contenido en azufre; la L-Carnitina, un aminoácido que aumenta el suministro de energía hacia los músculos y favorece una mejor circulación;  la vitamina K que evita las rojeces y unifica el tono de la piel;  Las enzimas como la bromelina (que está contenida en la piña), la papaína (que está contenida  en la papaya) y las vitaminas E,  C,  D y las del grupo B para potenciar las defensas de una piel sensibilizada; también  el Magnesio que aporta propiedades antiinflamatorias y calmantes.

Para pieles con rosácea leve o sensibles, en Clínica Menorca recomendamos el láser Vbeam y tratamientos con un ácido hialurónico especial (Belotero revive) que aporta la hidratación y elasticidad adecuada. Mejora mucho la piel sonrosada.

El sueño puede mejorar nuestro sistema inmune

El sueño es un regulador del sistema inmune. Entre las 11 de la noche y las 4 de la madrugada, si estamos durmiendo, se eliminan las toxinas acumuladas durante el día, la regeneración de la dermis se intensifica, aumenta la circulación de la sangre y las cremas actúan mejor.

La falta de sueño afecta a la luminosidad del rostro, en el sentido de presentar  un aspecto apagado del mismo. Esto se debe a que, cuando dormimos poco o mal, nuestro cuerpo libera noradrenalina, una sustancia que reduce la circulación sanguínea y, en consecuencia, la oxigenación y el aporte de nutrientes a la piel. Es una causa de piel  deshidratada y descuidada. Además, la falta de sueño aumenta el estrés, un trastorno que afecta negativamente al estado de la piel, causando o empeorando afecciones dermatológicas como el acné y la dermatitis atópica.

Al descubrir la importancia del sueño en la salud y condición de la piel, las grandes empresas cosméticas han fabricado diversas cremas especiales para la noche que ayudan a la regeneración celular. Desde Clínica Menorca recomendamos Sérum Flash Tensor Vita-C, 35 €, y Suero Specialcare Antiage, 40 €.