Bienestar y Salud como valor en la gestión de las Organizaciones

Por Belén Ortiz de la Tabla, Responsable del Servicio de Prevención, Bienestar  y Salud en Helvetia Seguros

La pandemia, el teletrabajo y todos los cambios que se han derivado del contexto actual nos han marcado a todos y no han dejado indiferente a nadie y tampoco a las organizaciones. Casi cuatro años después, podemos comprobar como el concepto de bienestar ha cobrado especial relevancia en todas sus dimensiones, considerándose uno de los aspectos clave para el éxito personal y profesional.

El mercado laboral demanda nuevas formas y modelos de trabajo que ha generado el interés de las organizaciones por adaptarse a las necesidades y expectativas de las personas, siendo conscientes de que promover hábitos saludables aumenta la vitalidad, el rendimiento y la salud de la empresa. Asimismo, la preocupación de la empresa por el bienestar de sus empleados implica un elemento diferencial que favorece la satisfacción, el compromiso y la fidelización.

Las principales dimensiones del bienestar donde hay que actuar son las siguientes:

Bienestar Físico: concienciar de cómo la actividad y el ejercicio físico, una buena higiene del sueño y la alimentación contribuyen a mejorar la productividad y el bienestar.

Cuando hablamos de hábitos de vida saludables sigue existiendo el sesgo de relacionarlos con el aspecto físico, pero tanto la nutrición como el deporte repercuten en todos los ámbitos de la salud de las personas, siendo un proceso de bienestar 360º. Los hábitos saludables son preventivos de enfermedades graves y de determinadas patologías, pero, sobre todo, protegen de enfermedades neurológicas y ayudan a mantener el equilibrio del bienestar emocional.

Bienestar Social: las relaciones sociales dentro de la empresa, la cultura corporativa y el sentimiento de pertenencia pueden suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso del entorno laboral.

Para alcanzar una cultura eficiente, saludable y sostenible en el tiempo es necesario tener equipos cohesionados con altos niveles de implicación y compromiso, construidos sobre una cultura de confianza y de respeto mutuo, donde se brinde la colaboración en los equipos de trabajo y se celebre el éxito conjunto, proporcionando de esta forma los mayores niveles de bienestar y eficiencia.

Bienestar Emocional: Las personas emocionalmente sanas son personas fuertes y comprometidas. En este sentido, la promoción del bienestar emocional es muy importante y los esfuerzos deberían ir dirigidos a crear espacios de trabajo en espacios de desarrollo personal y profesional. Y para conseguir ser eficientes, estar inspirados y ser la mejor versión de uno mismo es primordial tener habilidades para saber gestionar el estrés.

«El concepto de bienestar ha cobrado especial relevancia en todas sus dimensiones, considerándose uno de los aspectos clave para el éxito personal y profesional».

Nos hemos acostumbrado a vivir permanentemente en alerta con un ritmo acelerado, debido a nuestra constante proyección hacia el futuro, marcada por nuestros objetivos, metas y expectativas. Sin embargo, para que una acción sea eficiente e inspiradora, debe tener un elevado grado de presencia y de disfrute en nuestra actividad diaria.

La salud y el desarrollo personal y profesional están totalmente ligados, ya que no cabe efectividad sin salud a largo plazo ni sostenibilidad sin el cuidado de cada una de las personas que integran los equipos y en este aspecto la gestión emocional es un pilar fundamental.

La promoción de medidas para reforzar hábitos saludables impacta de forma positiva tanto en las personas como en las Organizaciones, siendo factores clave para:

  • Aumentar la productividad
  • Reducir el absentismo
  • Mejorar el clima laboral y el nivel de motivación y compromiso
  • Mejorar la imagen de marca
  • Atraer y fidelizar el talento

El bienestar y la salud son uno de los grandes retos del siglo XXI y requerirá de la suma de esfuerzos en todos los ámbitos, tanto a nivel individual como corporativo, ya que no podemos olvidar que es responsabilidad de todos. En definitiva, desde las organizaciones debemos formar parte del cambio, promocionando el autocuidado y aportando soluciones.