Elisa Delgado, Directora Técnica División Empresas y AAPP en  GRUPO PACC CORREDURÍA DE SEGUROS

El impacto del corredor profesional en el sector público

Por Elisa Delgado, Directora Técnica División Empresas y AAPP en

GRUPO PACC CORREDURÍA DE SEGUROS

Hace casi dos décadas, cuando comencé en el mundo asegurador, más concretamente, en la correduría de seguros, nunca imaginé el papel tan fundamental que los verdaderos profesionales del sector juegan en nuestra sociedad. Acompañar a particulares y empresas en la protección de sus riesgos es una labor clave, y con el tiempo, he visto cómo nuestra profesión contribuye de manera decisiva a la resiliencia socioeconómica.

Sin embargo, el camino no ha sido ni es fácil. El sector asegurador ha tenido que enfrentar retos constantes, algunos de los cuales todavía están presentes:

  1. Escasa profesionalización en el pasado: En épocas anteriores, era común que personas sin la formación adecuada accedieran al sector como una fuente de ingresos secundaria, lo que proyectaba una imagen negativa. Aunque este problema se ha reducido considerablemente, el proceso ha sido lento, y aún queda trabajo por hacer para mejorar la especialización y profesionalización.
  2. Competencia centrada en el precio: La competencia en el sector asegurador, muchas veces basada casi exclusivamente en el precio, sigue siendo un reto importante. Este enfoque, que prioriza el costo por encima de la calidad y las coberturas, genera frustración en el momento de gestionar siniestros. A menudo, un precio más bajo no asegura una protección adecuada, lo que lleva a una discrepancia entre las expectativas del cliente y la realidad de los servicios contratados.
  3. Falta de empatía y personalización: La burocratización y la falta de autonomía tanto en la contratación como en la postventa, junto con la implementación de protocolos rígidos e impersonales, provocan una desconexión entre los proveedores de seguros y sus clientes. El servicio debería reflejar empatía y comprensión, pero en muchos casos esto no se logra. En este contexto, el papel de un mediador de seguros resulta invaluable, ya que puede actuar como puente para ofrecer un trato más cercano y personalizado.

A pesar de estos desafíos, el sector asegurador es vital para la sostenibilidad social. Su impacto va más allá de la protección individual y empresarial, afectando también a las instituciones públicas, que dependen de una gestión eficiente de recursos y riesgos.

El papel del corredor de seguros

Los corredores de seguros desempeñan un papel esencial en la resiliencia de la sociedad, al analizar los riesgos de cada cliente, ofrecer asesoramiento personalizado y acompañarlos durante la vigencia del contrato. Con una planificación adecuada, un corredor especializado ayuda a mitigar riesgos y permite que proyectos importantes sigan adelante sin interrupciones. En muchos casos, su intervención es lo que permite que transacciones comerciales y operaciones complejas se lleven a cabo con éxito.

Además, los corredores, a través de su asesoramiento, contribuyen a complementar los sistemas gubernamentales, ayudando a las instituciones públicas a gestionar sus riesgos de manera más eficaz y a reducir su exposición a pérdidas. Es en este punto donde la especialización en el sector público adquiere un valor crucial.

La especialización en el sector público

El corredor que trabaja con el sector público debe entender que la contratación pública es distinta a la privada. La Ley de Contratación del Sector Público exige procedimientos específicos que, además de un profundo conocimiento de los productos aseguradores, requieren un manejo preciso de la normativa aplicable. La oferta de valor en este nicho debe incluir no solo la protección adecuada, sino también un estricto cumplimiento de los principios de igualdad de trato, no discriminación, transparencia, proporcionalidad e integridad tal y como prevé la ley, consiguiendo la mejor relación calidad-precio en las ofertas de compañías aseguradoras sin dejar de lado una concurrencia justa y adecuada.

En los últimos 10 años, hemos vivido un entorno extremadamente dinámico, y los próximos años se presentan aún más desafiantes. Los corredores deben mantenerse actualizados, de la misma manera que un médico especialista investiga y propone nuevas técnicas. Por su parte, las administraciones públicas deben estar a la vanguardia en la gestión de riesgos, especialmente en áreas clave donde el apoyo adecuado de las aseguradoras es indispensable, tales como:

  • Cambio climático y el medio ambiente
  • Salud y demografía
  • Seguridad cibernética
  • Responsabilidades públicas
  • Políticas y regulaciones públicas
  • Tecnologías digitales e inteligencia artificial
  • Inclusión social y financiera

El corredor de seguros actúa como un nexo crucial entre las aseguradoras y las necesidades de la sociedad. Su labor no solo consiste en comercializar y gestionar pólizas, sino en educar a sus clientes sobre la importancia del seguro como una herramienta para avanzar en tiempos de incertidumbre, todo ello en un enfoque de sostenibilidad a largo plazo. En un mundo cada vez más complejo, el respaldo que ofrece un corredor profesional es el que permite a las personas y a las instituciones avanzar con confianza.

 

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