Por Beatriz Acevedo, responsable de Sostenibilidad de
Estos días asistimos al séptimo aniversario de la aprobación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 17 objetivos, promovidos por Naciones Unidas, que suponen un llamamiento universal a la acción a favor de las personas yel planeta.
Más allá de los organismos internacionales, las administraciones nacionales o las organizaciones no gubernamentales, el sector privado está jugando un papel decisivo en la aceleración del cambio y en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las compañías estamos ante una ocasión histórica de demostrar el papel de las organizaciones empresariales en la búsqueda de soluciones disruptivas para los retos de esta era, y la hoja de ruta marcada por los ODS brinda a la empresa, de todos los tamaños y sectores,una oportunidad de transformación, desarrollo tecnológico y de crear una cultura corporativa abierta a nuevas ideas.
En este sentido, según un reciente informe de la Red Española del Pacto Mundial titulado “Innovación para lograr la Agenda 2030: nuevos modelos de negocio sostenibles”, el fomento de acciones innovadoras aplicado a aspectos ESG se está convirtiendo en un estándar entre las empresas. Esta apuesta por la innovación responsable contribuye a la consecución de los ODS, pero también impacta directamente sobre la cuenta de resultados y los beneficios económicos de las compañías: de una consulta empresarial,lanzada desde Pacto Mundial, se desprende que más de la mitad de las empresas españolas ya están llevando a cabo algún tipo de innovación con un enfoque de sostenibilidad. Pero es importante resaltar que todavía existe otro 50% que no está apostando por este tipo de innovaciones, principalmente por desconocimiento sobre sus ventajas y la propia Agenda 2030.
«Las compañías estamos ante una ocasión histórica de demostrar el papel de las organizaciones empresariales en la búsqueda de soluciones disruptivas para los retos de esta era, y la hoja de ruta marcada por los ODS brinda a la empresa, de todos los tamaños y sectores,una oportunidad de transformación, desarrollo tecnológico y de crear una cultura corporativa abierta a nuevas ideas».
Asimismo, siguen existiendo diferencias significativas en la integración de asuntos ESG en la estrategia corporativa atendiendo al tamaño de la organización. Así, casi el 70% de las grandes empresas han realizado innovación sostenible mientras que en las pymeseste dato desciende al 40%. Hay que superar la idea de que la sostenibilidad es algo de grandes compañías, sobre todo en un país de pequeñas y medianas empresas como España, donde su actuación es clave para lograr un desarrollo más sostenible.
Si ponemos el foco en el sector asegurador, no cabe duda de que la responsabilidad y la búsqueda del bienestar social es algo intrínseco a su naturaleza. Pero esta industria tiene la particularidad de comercializar el mismo tipo de producto desde hace siglos, lo que podría entenderse como un lastre en su transformación y adaptación a las tendencias económicas y sociales. Sin embargo, prácticamente todos los sectores empresariales están en un cambio constante, y el sector asegurador no es una excepción. Nos encontramos ante una realidad que dista mucho de esas ancladas creencias sobre un seguro poco dinámico o anticuado. Ninguno de los profesionales del sector dudamos ya que el seguro está experimentando una emocionante y retadora época de cambios trascendentales: según datos de Accenture, casi el 70% de los líderes de la industria aseguradora considera que los actuales modelos de negocio serán irreconocibles de aquí a cinco años. Las necesidades y estilos de vida de las nuevas generaciones, el reto de la longevidad, la nueva movilidad, la salud preventiva, el cambio climático o la irrupción de la Inteligencia Artificial o los dispositivos inteligentes y conectados, entre muchas otras cuestiones, son algunos de los motores que están obligando al seguro a mutar para responder a esta nueva realidad.La industria será muy distinta en 2030.
«Si ponemos el foco en el sector asegurador, no cabe duda de que la responsabilidad y la búsqueda del bienestar social es algo intrínseco a su naturaleza».
El sector asegurador no puede obviar la amenaza que supone la entrada de nuevos competidores que surgen gracias a la innovación y a los cambios culturales o de expectativas en todos los ámbitos. Es en este cambio de paradigma, en el que las aseguradoras deben aprovechar los desafíos que plantea la Agenda 2030para responder a las nuevas necesidades del cliente y adaptarse a los nuevos ecosistemas. Y todo parece indicar que así lo están haciendo: los datos confirman que el sectorha asumido su rol clave en la economíapara impulsar el desarrollo sostenible y presenta un desempeño de los ODS muy destacable en nuestro país.
Las entidades de seguros pueden obtener interesantes oportunidades de negocio contribuyendo a los Objetivos de la Agenda 2030. Un ejemplo de estas oportunidades lo encontramos en el marco de una sociedad que debe afrontar los desafíos de la nueva longevidad. Las aseguradoras comienzan a adaptar su propuesta de valor para dar cobertura a las necesidades reales que este segmento plantea, contribuyendo, además, a mejorar su bienestar y calidad de vida. Por otra parte, la transformación digital, la democratización de los datos y la inteligencia artificial están transformando la experiencia aseguradora tal cual la conocemos. Así, estamos asistiendo al desarrollo de nuevas soluciones como, por ejemplo, los micro-seguros que no sólo dan acceso a nuevos nichos de mercado, sino que ofrecen protección a colectivos más vulnerables, reafirmando el papel del seguro como instrumento esencialpara mitigar la desigualdad social.
«Las entidades de seguros pueden obtener interesantes oportunidades de negocio contribuyendo a los Objetivos de la Agenda 2030».
En definitiva, los ejemplos podrían ser muchos. La sostenibilidad es una piedra angular en la que debe apoyarse la transformación y la innovación dentro de una organización empresarial. No obstante, es necesaria una mayor ambición por parte de las compañías a la hora de buscar soluciones disruptivas, que repercutan en el bienestar social y en un crecimiento económico sostenible y sostenido en el tiempo.
