Es indispensable mantener una organización ágil y flexible que nos permita responder de forma rápida y adecuada

Por Sandra Muñoz Calvache, Credit Control Administrator en Markel

Mi andadura en el mundo del seguro comenzó con un acercamiento en mi paso por el sector bancario. Hoy en día puedo decir, que gracias a la oportunidad que me brindó Markel hace seis años, he conocido realmente el sector y los procesos financieros de una compañía especialista.

No es ningún secreto que el sector asegurador ha experimentado una profunda transformación y que la COVID-19 ha supuesto un reto para las compañías, siendo necesaria una rápida adaptación al nuevo escenario. Igualmente, no debemos olvidar el entorno incierto en el que nos encontramos, motivado por la crisis energética, la inflación, la subida de los tipos de interés, la moratoria concursal… teniendo todos ellos repercusión financiera. Y por supuesto, el gran impacto del mundo digital y tecnológico y como este requiere constantes cambios para adecuarse a las necesidades y expectativas de los clientes.

Desde el departamento financiero de Markel, hemos contribuido a que la compañía progrese en base a estas tendencias, plasmando gran parte de nuestro esfuerzo en mejorar el funcionamiento de los sistemas informáticos, con el objetivo de prestar un mejor servicio a nuestros mediadores. Esfuerzo que hoy en día y en el futuro continuará latente.

«No es ningún secreto que el sector asegurador ha experimentado una profunda transformación y que la COVID-19 ha supuesto un reto para las compañías, siendo necesaria una rápida adaptación al nuevo escenario».

Con el fin de obtener una comunicación fluida y de que nuestros colaboradores dispongan de la información necesaria en cada momento, se han establecido notificaciones automáticas las cuales informan del estado del negocio común, se han acortado plazos de liquidación y se han implantado métodos de trabajo coordinados de forma conjunta para agilizar los procesos… Asimismo, hemos automatizado procedimientos propios del área, para implicar el tiempo que antes dedicábamos a ello, en dar un servicio más personalizado a nuestros mediadores y que sientan así un mayor respaldo por nuestra parte. Igualmente continuamos trabajando para seguir mejorando en esta línea y en base al feedback que recibimos.

Del mismo modo que damos soporte a nuestros colaboradores, una de las principales funciones del departamento financiero también es dar soporte al resto de áreas que conforman la compañía. Por consiguiente, nos hemos formado en diversidad de funciones, evitando así la dependencia sobre un perfil concreto y proporcionando un apoyo más estable a nuestra organización.

Durante mi estancia en Markel, la compañía ha experimentado un crecimiento continuado a lo largo de los años. Crecimiento que ha ido ligado a un aumento de la producción en sí misma, de ahí que tuviéramos claro que la automatización informática de ciertas tareas, nos respaldaría para poder focalizarnos en las funciones financieras propiamente dichas y aportar mayor valor añadido a la sucursal.

«Hemos automatizado procedimientos propios del área, para implicar el tiempo que antes dedicábamos a ello, en dar un servicio más personalizado a nuestros mediadores y que sientan así un mayor respaldo por nuestra parte».

Ya sabemos que todo va muy rápido y que cuesta hacerse un hueco en las agendas para pensar con tranquilidad. Por ello, el anticiparnos en la medida de lo posible a la evolución y crecimiento de la compañía, nos ha permitido actualizar procesos  internos para poder dotarlos de mayor eficiencia, lo cual se traslada en un ahorro tanto en costes como en tiempo de gestión y por tanto en poder prestar un servicio de mayor calidad.

Como ya plasmaba al inicio, debemos tener en cuenta la intensa transformación que vivimos y cómo la misma se traduce en que las expectativas de los clientes crezcan de forma acelerada. De manera, que es indispensable mantener una organización ágil y  flexible, que nos permita responder de forma rápida y adecuada. Estas herramientas, nos van a proporcionar la base necesaria para que seamos capaces de  adaptarnos con mayor rapidez a los nuevos entornos que se presenten. Los principales pilares para ello, son nuestro capital humano y tecnológico, que trabajando conjuntamente deben siempre tener el foco en la búsqueda de una mayor eficacia que haga que la compañía cumpla sus compromisos y obligaciones.

«Debemos tener en cuenta la intensa transformación que vivimos y cómo la misma se traduce en que las expectativas de los clientes crezcan de forma acelerada».