Myrna González (Seguros Columna): «Guatemala es un país en el cual la penetración de seguros ofrece una oportunidad de innovar»

‘Muy Segura’ entrevista a Myrna González, gerente general de Seguros Columna (Guatemala).

¿Cómo fueron los inicios de su andadura laboral? ¿Cuál es el mejor recuerdo que conserva de aquella primera etapa, y qué momento o situación le implicó un mayor desafío?

A principios de los noventa, joven y recién graduada, comencé como asistente de un corredor de seguros. Mi trabajo consistía en visitar a las aseguradoras y asegurados para entregar o recoger papelería, tenía que correr. En aquellos tiempos el uso del papel era la regla y no existía el correo electrónico. Todo se hacía en máquinas de escribir y las fotocopiadoras y el fax eran la última tecnología, eso significaba que eran sumamente caros y pocos tenían acceso a estos. Tampoco contaba con vehículo propio, ni sabía manejar, por lo que tuve que defenderme con el transporte público. Afortunadamente en Guatemala existía una centralización de las instituciones financieras, seguros, banca y fianzas, por lo que todas las direcciones me quedaban en un radio de menos de tres kilómetros.

De tanta visita empezaron a conocerme, a notarme. Mi personalidad me delataba. En una aseguradora les gustó mucho mi tesitura y terminaron por ofrecerme un puesto con mejores condiciones, lo cual no pude rechazar. Si ya estaba embelesada de los seguros desde la intermediación, dentro de una aseguradora terminé por convencerme que era precisamente a lo que quería dedicar mi vida profesional.

«A principios de los noventa, joven y recién graduada, comencé como asistente de un corredor de seguros. Mi trabajo consistía en visitar a las aseguradoras y asegurados para entregar o recoger papelería, tenía que correr. En aquellos tiempos el uso del papel era la regla y no existía el correo electrónico».

¿Qué hitos han acontecido para usted en el transcurso de su trayectoria profesional? ¿Qué enseñanza considera que ha extraído de ellos?

El primer hito que marcó mi vida profesional fue haber seguido una carrera universitaria. Sabía que era la única manera de crecer en cualquier empresa y si quería abrirme camino tenía que empezar y terminar un arco académico del cual no solo pudiera sentirme satisfecha, sino que me enorgulleciera e inspirara. Para estudiar necesitaba trabajar, eso también significaba que mi abanico de opciones era reducido y que tenía que sacrificarme. De día trabajaba, de noche estudiaba, fines de semana eran para tareas.

Otro hito que marcó mi vida fue ser ascendida a gerente técnico de vida. Quien era mi jefe y ocupaba ese cargo tenía una experiencia y dominio que era difícil de igualar y venía trabajando con la compañía desde antes de su fundación. No obstante, regresando de un viaje en el extranjero, en el que fui atender temas de reaseguro, me enteré de que yo era la nueva gerente, a menos que declinara la oferta. Con mucho todavía que aprender y un liderazgo que forjar, acepté el reto y di lo mejor de mí.

Ser gerente general de Seguros Columna es el último hito que terminó de marcar mi carrera profesional puesto que toda la experiencia que había acumulado y la madurez desarrollada me colocaban en el momento preciso para tomar ese desafío y contribuir con el propósito de la compañía.

«El primer hito que marcó mi vida profesional fue haber seguido una carrera universitaria. Sabía que era la única manera de crecer en cualquier empresa y si quería abrirme camino tenía que empezar y terminar un arco académico del cual no solo pudiera sentirme satisfecha, sino que me enorgulleciera e inspirara».

¿Cuándo y por qué surge su vínculo con Seguros Columna?

Comencé en Seguros Columna pocos meses después de que esta iniciara operaciones, allá por abril de 1995. Literalmente crecí con la compañía. En esos comienzos, un antiguo jefe que tuve fue contratado por Seguros Columna, como responsable del área comercial. Él conocía mi trabajo y me llamó para formar parte de su equipo, para ser su secretaria. Eventualmente las cosas no resultaron como mi antiguo jefe esperaba y terminó por retirarse de la compañía. En aquellos momentos pensé que mi suerte estaba echada, pues quien llegara seguramente también trataría de crear su propio equipo de cero. La compañía estaba recién formada y los planes de seguro, procesos y toda la gestión apenas se estaba creando, mi experiencia en seguros, que era poca, me hacían prescindible. No obstante, juzgué mal la situación. Seguros Columna como una compañía con raíces cooperativistas, tiene una fuerte estima por sus colaboradores y desde esos primeros meses de haber sido fundada ya manejaba esos principios que terminaría admirando y adoptando.

De secretaria de comercialización pasé a desempeñar varios puestos técnicos. Fueron muchos años, dos décadas, que estuve en las áreas técnicas conociendo de suscripción, reclamos, reaseguro, creación de productos, registro de planes y todos los aspectos técnicos de la operación. Me involucré tanto con Seguros Columna que ahora tengo el privilegio de servir más que nunca desde la gerencia general.

«Comencé en Seguros Columna pocos meses después de que esta iniciara operaciones, allá por abril de 1995. Literalmente crecí con la compañía».

¿Puede decirnos cuál es el posicionamiento de la compañía en el mercado asegurador en Guatemala? ¿Cuál es su valor añadido en el mercado?

En Guatemala existen 28 compañías de seguros. La regulación y autonomía del ente normativo, la Superintendencia de Bancos –SIB–, ha contribuido con la estabilidad en este sector, por lo que este número de compañías tiende a ser generalmente constante. Seguros Columna, que empezó operaciones el 1 de noviembre de 1994, actualmente ocupa la posición número 11 en cuanto a primaje y la 13 en activos totales, esto le asigna una cuota de mercado del 2.42%, lo cual puede parecer poco significativo, pero encuentra una razón en la naturaleza de la aseguradora.

Seguros Columna es la única compañía de seguros en Guatemala de orientación cooperativista. No fue formada como una cooperativa, que era la intención inicial, porque la Ley guatemalteca no permite esa figura para este tipo de instituciones; sin embargo, su base accionaria es cooperativista, es decir, nuestros accionistas son cooperativas de ahorro y crédito que en conjunto conforman un sistema federado y organizado denominado MICOOPE, que a la fecha ha logrado asociar a más de dos millones de guatemaltecos, poco más del 10% de la población del país. Seguros Columna ha llegado a estos asociados con seguros de vida colectivos y microseguros, lo que nos convierte en la aseguradora más importante en cuanto a número de personas.

«Seguros Columna es la única compañía de seguros en Guatemala de orientación cooperativista».

La dificultad de llegar a la base de la pirámide poblacional es que requiere de muchos recursos y esfuerzos, además que no existe una contribución sobre las utilidades que incentive esas estrategias; de allí que solo una aseguradora con visión cooperativista es capaz de trabajar sobre estas condiciones y llevar los seguros a las poblaciones más vulnerables, que a fin de cuentas son las que más necesitan de una protección. La maximización de ganancias que es un principio primordial en todo negocio no lo es en el cooperativismo. Buscamos generar valor y ser útiles para las comunidades, para nuestras cooperativas, y si logramos esto por extensión obtendremos lo suficiente para lograr la sostenibilidad a largo plazo.

«Buscamos generar valor y ser útiles para las comunidades, para nuestras cooperativas, y si logramos esto por extensión obtendremos lo suficiente para lograr la sostenibilidad a largo plazo».

Desde su posición como Gerente General, ¿qué retos prioritarios constituyen su hoja de ruta?

Guatemala es un país en el cual la penetración de seguros ofrece una oportunidad de innovar. Con un indicador de 1.2% de penetración de seguros, como país nos encontramos a dos desviaciones estándar de la media latinoamericana que, si bien ha habido avances que celebrar, los mismos no se han producido con la celeridad suficiente para cambiar el panorama general. Por décadas el indicador de penetración se mantuvo por debajo del 1% y la explicación de ello tiene raíces muy profundas en temas políticos y sociales del país que ha hecho que la mayor parte de la población se encuentre en situación de pobreza y pobreza extrema.

Es difícil convencer a una persona de la importancia de un seguro cuando sus posibilidades económicas apenas si le permite el sustento para su familia. La pandemia del COVID-19 incidió con otro grado de dificultad en el escenario. Pese a que Guatemala no tuvo un fuerte impacto en su PIB y que la CEPAL pronostique una recuperación positiva, es difícil contabilizar completamente la salud financiera del país cuando dos terceras partes de la población se encuentran en el sector informal de la economía.

El reto de Seguros Columna no es diferente a los motivos que originaron su fundación: mejorar la calidad de vida de los asociados de las cooperativas por medio de productos de seguros accesibles y de valor. Para lo cual ya contamos con un portafolio bastante completo de microseguros, o microseguros inclusivos como también se les conoce, por ejemplo, contamos con un seguro de vida de USD 0.90 al mes. La dificultad estriba en la comercialización que requiere también conocer a la población y a las comunidades. La multiculturalidad es una realidad en Guatemala y la identidad de las comunidades demanda que las tácticas comerciales sean más personalizadas.

«El reto de Seguros Columna no es diferente a los motivos que originaron su fundación: mejorar la calidad de vida de los asociados de las cooperativas por medio de productos de seguros accesibles y de valor».

Actualmente es prioritario para Seguros Columna incursionar en el ramo de salud, específicamente en un seguro de gastos médicos orientado a la población que no cuenta con las ventajas del seguro social y que se enfrenta a las deficiencias del sistema de salud pública. Es un reto porque la experiencia del mercado asegurador no ha sido buena, la siniestralidad es bastante alta empujando a pérdidas en el resultado técnico a pesar de que las primas no son asequibles para cualquiera. Esto ya hace complejo esa configuración de producto porque debe contar con una prima baja que nos permita llegar a nuestro mercado objetivo, pero que al mismo tiempo sea suficiente para lograr su sustentabilidad en el largo plazo y no vulnerar el resultado de la compañía.

El objetivo del cooperativismo en Guatemala es contribuir en mejorar la calidad de los guatemaltecos por medio de soluciones financieras de calidad y el seguro es una de esas soluciones. Buscamos que Seguros Columna sea visto siempre como esa solución.

«Actualmente es prioritario para Seguros Columna incursionar en el ramo de salud, específicamente en un seguro de gastos médicos orientado a la población que no cuenta con las ventajas del seguro social y que se enfrenta a las deficiencias del sistema de salud pública».

¿De qué manera se han visto afectados por la actual crisis sanitaria y qué estrategias y acciones han implementado para afrontarla?

El 80% de nuestras primas de seguro provienen del ramo de vida, principalmente de los ramos colectivos. Una epidemia o pandemia tiene una incidencia general en la mortalidad poblacional lo que hace ineludible el aumento de la siniestralidad.

La pandemia del COVID-19 ha cobrado la vida de aproximadamente 9,700 guatemaltecos y poco más del 10% han sido asociados de cooperativas que han tenido una cobertura de vida colectiva con nosotros. Teniendo en cuenta que los reaseguradores excluyen las pandemias, estas indemnizaciones han significado un aumento directo en nuestra siniestralidad en más del 14%, que hasta la fecha ha incidido en nuestro resultado en poco más de USD 2,5 millones.

Sin duda alguna, la crisis sanitaria provocada por la pandemia ha estresado nuestro resultado y provocado que incorporemos medidas para la reducción y contención del gasto. Después de un año desde el diagnóstico del primer caso positivo de COVID-19 en el país, Seguros Columna ha mejorado en eficiencia y eficacia en la prestación de nuestros servicios, y salvando las dificultades que involucra el distanciamiento social y otras medidas de prevención, consideramos que hemos estado en los momentos que nuestros asociados más nos han necesitado. El cumplimiento de nuestras obligaciones contractuales siempre será prioritario. La mejor oportunidad para una compañía de seguros es la que tiene al pagar un reclamo, porque es en ese momento en el que su valor social cobra sentido y todo lo que hacemos trasciende.

«La pandemia del COVID-19 ha cobrado la vida de aproximadamente 9,700 guatemaltecos y poco más del 10% han sido asociados de cooperativas que han tenido una cobertura de vida colectiva con nosotros».

Mujer y seguro: Desde su experiencia, ¿cuál es su visión acerca del posicionamiento y nivel de visibilidad que posee la mujer en el mercado asegurador en Guatemala?

Las mujeres profesionales de seguro actualmente tenemos mucha más apertura a puestos gerenciales y decisiones clave que hace veinte años. Cuando comencé la mayoría de los puestos creados para ser ocupados por mujeres eran de secretarias, asistentes, básicamente su participación estaba reservada a puestos operativos de los últimos niveles jerárquicos, obviamente con sueldos menores al de los hombres. Era completamente extraño que una mujer tuviera una posición de jefatura y todavía hoy es extraño. Si hacemos la relación de todos los puestos ejecutivos y directivos de las aseguradoras, incluso del sistema financiero del país, nos encontraremos que la proporción de mujeres no alcanza ni el 20%.

Un problema de Latinoamérica es el de la igualdad de condiciones para la mujer. A pesar de que ha habido avances, nuestra situación todavía dista de ser la ideal. Si nos comparamos a países como Noruega, Alemania, Australia, veremos que hay abismos aún por salvar. El machismo de nuestras sociedades está inmerso en el conservadurismo que corta por igual cualquier estrato y que se disfraza de ética y moral. Hemos llegado al punto de que los movimientos feministas se ven como tabús.

En Seguros Columna hemos logrado avances, algunos bastante notables, en la inclusión. La mitad de nuestros colaboradores son mujeres e incluso la mitad del grupo ejecutivo está conformado por ellas. Aunque ciertamente tuvieron que pasar 25 años para que hubiera una Gerente General.

«Un problema de Latinoamérica es el de la igualdad de condiciones para la mujer. A pesar de que ha habido avances, nuestra situación todavía dista de ser la ideal».

¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?

Ser mujer nos reta y vivir constantemente en reto nos hace mejores profesionales.

Espero ver el día en que el mundo no tenga que evaluar la calidad de una idea o una decisión en función del género de la persona. Pero ese día no llegará de milagro. Somos nosotras quienes debemos trabajar por ello.

Somos una cohorte de habilidades blandas y los seguros son un campo donde estas pueden dar los mejores resultados.

«Espero ver el día en que el mundo no tenga que evaluar la calidad de una idea o una decisión en función del género de la persona».

¿Quiere añadir algún comentario o reflexión adicional?

Los seguros tienen una base en la mutualidad, en la solidaridad. El rostro del seguro es humano y eso no se nos debe de olvidar.

Es fácil perderse entre números, en estadísticas y cuentas, pero la realidad es que nosotros tenemos la oportunidad de trascender en historias. Una cosa es un indicador, otra es aquel hijo que termina la escuela gracias al pago del seguro, aquel transportista que se repone de la pérdida del robo de su vehículo tras la indemnización de su aseguradora.

Es cierto que nos demandan resultados y que estos deben de ser buenos; pero también es cierto que nuestros asegurados confían en nosotros y que debemos honrar esa confianza. La cultura del seguro no se hace dejando de pagar, pagando lo menos posible, pagando tarde, dificultando el pago, se hace demostrando que somos dignos de confianza.

«Es cierto que nos demandan resultados y que estos deben de ser buenos; pero también es cierto que nuestros asegurados confían en nosotros y que debemos honrar esa confianza».