Patricia Alonso (H. Clínico San Carlos): «Estoy inmersa en el proceso de transformación digital del Hospital Clínico San Carlos»

‘Muy Segura’ desarrolla esta sección en colaboración con EJE&CON, Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras. El objetivo es visibilizar, a través de una entrevista mensual, el talento de las profesionales que la integran.

La Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s se fundó en 2015 con la misión de promover la presencia de las mujeres en puestos de Alta Dirección y Consejos de Administración. Desde entonces, trabaja para ser agente impulsor de cambio, generando una conciencia social que prime las capacidades y habilidades. Entre los proyectos más relevantes de la asociación destacan los Premios EJE&CON -que distinguen a grandes empresas, pymes y medios de comunicación por su trabajo para impulsar el talento sin género- y el Código EJE&CON de Buenas Prácticas para la Gestión del Talento y la Mejora de la Competitividad de la Empresa.

Este mes entrevistamos a Patricia Alonso Fernández, responsable del área de sistemas de información y coordinadora del proyecto de implantación de la historia clínica electrónica en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

¿Cómo inició su recorrido laboral? ¿Qué mejor recuerdo conserva de aquellos primeros pasos y qué situación le implicó tener que hacer frente a un mayor desafío?

Como médico, inicié mi recorrido laboral en el ámbito hospitalario durante mi formación como médico interno residente (MIR) de geriatría, especialidad a la que le debo gran parte de mi forma de abordar los proyectos. La especialidad de geriatría me enseñó a hacer una valoración multifactorial de casi cualquier problema y a ser capaz de flexibilizar las respuestas en función de los matices y variables que habitualmente condicionan los problemas. Esto, en el mundo VUCA en el que hoy vivimos, se ha convertido en una ventaja competitiva importante.

De mis primeros pasos, recuerdo especialmente las palabras de mi primer jefe (el profesor Ribera Casado) que un día me sentó en el despacho y me dijo: “además de aprender geriatría, te enseñaremos a trabajar”. En aquel momento, casi no entendí su mensaje. Hoy puedo decir que no solo aprendí ambas cosas, sino que intento ayudar a mis equipos a que el trabajo sea algo más que una simple actividad laboral, que encuentren en nuestra labor profesional un proyecto de equipo con el que crecer profesionalmente, cuando sea posible, y en el que siempre buscar el crecimiento personal.

«Como médico, inicié mi recorrido laboral en el ámbito hospitalario durante mi formación como médico interno residente (MIR) de geriatría, especialidad a la que le debo gran parte de mi forma de abordar los proyectos».

En cuanto a proyectos desafiantes, podría decir que casi cualquiera de los últimos lo ha sido, pero quizá el más complejo fue Salup, un proyecto asegurador de salud. Para mí, fue la entrada a un sector que tiene una imagen sombría visto desde fuera. Sin embargo, descubrí un sector apasionante por la importante concentración de funciones y, por ello, la diversidad de acciones que une: el mundo técnico de los actuarios, el de los profesionales sanitarios y/o los peritos en otros ramos, la apasionante área de los procesos, la importancia del sector del marketing y del increíble mundo del área comercial y las grandes cuentas. Todo ello inmerso, además, en un proceso increíble de transformación digital que en algunas compañías ya empieza a ser un auténtico ecosistema.

«En cuanto a proyectos desafiantes, podría decir que casi cualquiera de los últimos lo ha sido, pero quizá el más complejo fue Salup, un proyecto asegurador de salud».

Hasta la fecha, ¿qué hitos identifica en el transcurso de su trayectoria profesional y por qué han tenido ese significado para usted?

Podría marcar dos grandes hitos. Uno, el día que decidí alejarme de la práctica clínica y adentrarme en el mundo de la gestión. Fue un momento de vértigo, porque tienes la sensación de desprenderte de un bagaje formativo muy específico y das el salto a un área en el que la formación reglada está menos estandarizada. En el área asistencial no es solo “salir de la zona de confort”, sino que además sufres la pérdida del reconocimiento por los pacientes y la sensación de trabajo diario bien hecho, aspecto que cuando desarrollas una actividad clínica es fácil identificar al final de la jornada. Te desprendes de esto para entrar en un área en el que, ciertamente, dejas de ser médico de personas para ser médico de poblaciones, y la gestión de la incertidumbre se convierte el compañero del día a día.

El otro gran hito de mi carrera fue el salto al sector asegurador. Una nueva excursión fuera de la “zona de confort” en la que no solo tuve la oportunidad de descubrir y aprender de un sector apasionante, sino que, producto del proyecto que iniciamos, pude adentrarme en el mundo de la transformación digital de los procesos pensando con un ojo puesto en las operaciones y el otro en el cliente, y entendiendo como tal al cliente externo y al interno que todas las compañías tienen.

«Uno de mis dos grandes hitos fue el día que decidí alejarme de la práctica clínica y adentrarme en el mundo de la gestión».

¿En qué áreas de actuación está más focalizada en el momento actual?

Ahora mismo, estoy inmersa en el proceso de transformación digital del Hospital Clínico San Carlos, no por el proyecto de implantación de la historia clínica electrónica en sí mismo, sino por la oportunidad que un proyecto de esta magnitud ofrece a las instituciones para sentarse con los equipos y reescribir procesos y funciones. Si a esto le sumas la posibilidad que las nuevas tecnologías nos ofrecen de incorporar nuevas variables a la ecuación sanitaria, el reto es difícilmente cuantificable.

«Estoy inmersa en el proceso de transformación digital del Hospital Clínico San Carlos».

¿De qué manera considera que está ejerciendo su influencia la pandemia sanitaria y sus distintas fases de evolución? ¿Qué escenario cabe esperar durante este 2022 y en el medio plazo?

Creo que la pandemia nos ha enseñado a ser más conscientes del valor de la estrategia como herramienta que debe marcar el rumbo de las decisiones y de la importancia de ampliar el foco más allá de nuestro entorno sectorial más inmediato. Además de esto, hemos visto la relevancia que la agilidad aporta como elemento complementario para combatir la incertidumbre y la inestabilidad que hoy, más que nunca, marcan vidas y mercados.

En mi opinión, el escenario esperado en 2022 no será muy diferente que el vivido desde el 2020 en términos de inestabilidad, salvo porque ahora ya no nos cuesta creerlo. Considero que la auténtica diferencia está en que ahora tomamos decisiones más ágilmente y, sobre todo, elevando la vista hacia la estrategia para no perder el rumbo.

«Hemos visto la relevancia que la agilidad aporta como elemento complementario para combatir la incertidumbre y la inestabilidad que hoy, más que nunca, marcan vidas y mercados».

Nos consta y usted afirma que su conocimiento directivo a nivel hospitalario y asegurador hacen que le resulte más sencillo alcanzar una visión transversal y completa del sistema sanitario, “que permita desarrollar con éxito relaciones y procesos entre los diferentes agentes del entorno sanitario”. ¿Puede compartir cuál es esa visión del sistema sanitario actual?

El sistema sanitario es un ecosistema más del mundo en el que vivimos. La gran diferencia está en que este es un ecosistema en el que, pese al permanente contacto entre todos los actores, aún hay barreras difíciles de salvar. Barreras que ni el ciudadano, ni el enfermo, ni el propio profesional terminan de entender. Hablo de abismos entre niveles asistenciales (primaria, hospitalaria), sectores (público, privado), comunidades… Esto termina traduciéndose no solo en ineficacias, sino también en pérdida de oportunidades e incluso rechazo hacia el propio sistema, que termina siendo de todos y de nadie.

Esto exige entender las sensibilidades y necesidades de todos los agentes y esforzase por poner el foco en el objetivo común por encima de las diferencias internas. El sistema tiene un potente estímulo y es más fuerte lo que nos une (la resolución de los problemas sanitarios de la población) que lo que nos separa. Aun así, en ocasiones, ponemos más esfuerzo en visibilizar las diferencias que en reforzar los vínculos dentro del ecosistema. Sinceramente, creo que al sector sanitario le queda mucho que aprender de otros sectores.

«El sistema tiene un potente estímulo y es más fuerte lo que nos une (la resolución de los problemas sanitarios de la población) que lo que nos separa».

Bajo su visión y experiencia, ¿en qué consiste y cómo se desarrolla una verdadera orientación al paciente?

Para mí hay poca magia en ello; la clave está en incorporarles a la toma de decisiones, pero no solo a la decisión al final del proceso asistencial, sino desde el principio. Un sistema que cuente con el paciente como un agente más a la hora de definir estrategias y objetivos (con sus correspondientes implicaciones en términos de coste de oportunidad), que cuente con él en la definición de los procesos, así como en la de definición de resultados, será un sistema realmente centrado en el paciente. Todo lo demás podrá tener “una orientación”, pero estará alejado de lo que, a fecha de hoy, le pedimos a otros sectores como clientes.

«La clave está en incorporar a los pacientes a la toma de decisiones, pero no solo a la decisión al final del proceso asistencial, sino desde el principio».

¿Cuándo y por qué surge su vínculo con EJE&CON? ¿Cuáles cree que son sus principales valores?

Me uno a EJE&CON casi desde su origen como consecuencia de una búsqueda personal de modelos de referencia femeninos. Pasé de un entorno profesional muy feminizado a, estando en las mismas organizaciones, compartir interlocución casi solo con hombres, algo que en el sector asegurador es todavía más marcado. En ese momento echaba de menos poder mirarme en el espejo de perfiles profesionales que fuesen una muestra real de la diversidad del mundo. Además, buscaba iniciar este viaje de la mano de profesionales que entendieran, como yo entendía, que la diversidad es un valor en alza en su más amplio espectro.

Hoy tenemos claro que la diversidad ha demostrado ser un activo para las empresas en términos de rentabilidad y como parte del compromiso social que compartir con sus equipos profesionales. Asimismo, podemos afirmar que la diversidad de enfoques y planteamientos es la que nos permite adaptarnos mejor a la incertidumbre y la inestabilidad, así como prever y anticipar muchos de los problemas derivados de la puesta en marcha de decisiones que, de otra manera, están sesgadas. Lo cierto es que encontré en EJE&CON un equipo aliado para recorrer este camino.

«Me uno a EJE&CON casi desde su origen como consecuencia de una búsqueda personal de modelos de referencia femeninos».

¿Desea trasladar un mensaje a la mujer profesional, que significa un segmento fundamental de la audiencia de Muy Segura?

Los animo a buscar el espejo de modelos y referencias con los que realmente se sientan identificadas. Este es un aspecto que casi en ningún momento hará el camino más corto, pero sí más agradable.

¿Quiere añadir algún comentario o valoración adicional?

Me gustaría agradecer a Muy Segura la oportunidad de compartir mi experiencia profesional y el esfuerzo por hacer de esta publicación una palanca más que muestre el valor de la diversidad y que el talento no tiene género.